domingo, 30 de diciembre de 2007

Oremos (como las galletas)

Los que me conocéis bien sabéis que soy cristiano. Creo en Dios, creo en Cristo, creo en el buen ejemplo que puede dar un buen hombre haciendo buenas obras. Lo que ya me cuesta un poco más de trabajo creerme es que la Santa Iglesia Católica, bajo el control de los romanos (ya sabéis, esos que cogieron a Cristo y le hicieron tres piercings), sea la infalible representación de la palabra de Dios en la Tierra.

O por abreviar: no me creo que sean infalibles.

Seamos sinceros: son personas. Algunas mejores que otras, pero personas. Y como tales, falibles. ¿Qué cura no ha necesitado nunca una confesión? ¿Qué cura no ha sido nunca tentado? Por el amor de Dios, si hasta Cristo tuvo que resistir la tentación del Demonio y llegó casi a perder la fe en sus últimos días. La raza humana es imperfecta, y son las decisiones que tomamos, los sacrificios que hacemos, las pruebas que superamos, lo que realmente nos hace dignos del Reino de los Cielos. Al menos yo lo veo así, y el Testigo de Jehováh al que desarmé con estos mismos argumentos al final me acabó dando la razón, así que muy desencaminado no debía ir.

Pero nuestra Santa Iglesia Católica (la nuestra, la española más concretamente) no parece ver esto que para mí casi podría ser un dogma. No, su punto de vista es siempre el correcto, lo cual es comprensible porque ¿cómo podrías consolar a tus millones de fieles con unos preceptos cambiantes? Toda religión es una serie de "verdades universales" que la raza humana necesita como faro para superar las adversidades, y yo eso lo respeto; pero si ese faro se dedicase a encenderse y apagarse a intervalos cambiantes, pues como que quedaría raro. No, tienen que mantenerse inamovibles. Con todo, no es fácil. Los tiempos cambian, la cultura evoluciona, y el hecho de que los sacerdotes sean todos seres humanos (y dos cebras, pero el Vaticano aún no se ha pronunciado al respecto), todo ello unido hace que en ocasiones sea difícil mantener una postura ecuánime.

Todo esto, amigos y amigas de teodiomucho, viene al caso de la jornada "Por la familia cristiana" de hoy (bueno, a estas horas ya de ayer), en las que se han recogido las siguientes frases:

Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid: "Las leyes españolas que regulan el aborto, el divorcio 'express' y las bodas gays suponen una marcha atrás en los derechos humanos. [...] Nos entristece tener que constatar que nuestro ordenamiento jurídico ha dado una marcha atrás respecto a lo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconocía y establecía hace ya casi setenta años, a saber: que 'la familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el Estado"

Agustín García-Gascó, arzobispo de Valencia: "La cultura del laicismo es un fraude y un engaño, no construye nada, sólo desesperanza por el camino del aborto, del divorcio 'express' y de una ideología que quiere manipular a los jóvenes. [...] Por ese camino no se respeta la Constitución de 1978, por ese camino nos dirigimos a la disolución de la democracia"

Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo: "la familia debe ser la primera prioridad mundial. [...] La sociedad española vive una gran amenaza social con legislaciones inicuas e injustas"


Grandes faros de la moral cristiana, sin lugar a dudas. Habrá quien considere estas palabras retrógradas, obsoletas y extremistas (yo mismo, sin ir más lejos), pero no podemos negar que defienden sus principios morales y sus valores tradicionales a capa y espada. Y en última instancia, eso es lo único que se le puede pedir a una religión: que sea consecuente.

Sólo que, permitidme una observación, esto ha salido en un acto multitudinario justo dos días después de que aparecieran estas OTRAS declaraciones:

Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife"Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan"


Y claro, esto me hace preguntarme una cosilla... ¿cómo es posible que la postura de la Iglesia sea que los valores familiares tradicionales deben prevalecer, si al mismo tiempo la postura de la Iglesia parece ser el clásico "La culpa es de los padres, que los visten como putas"?

sábado, 22 de diciembre de 2007

También es puntería

Ya es hora de dejar de posponer el poner este post. Esto se supo hace algún tiempo, pero he intentado esperar para verlo con algo más de perspectiva. Con todo, lo dicho, ya es hora de comentarlo.

Damas y caballeros... el Hombre del Sombrero en persona, Terry Pratchett.



Uups, perdón, sombrero equivocado.



Ahora sí. Terry Pratchett, escritor británico de literatura fantástica en todos los sentidos de la expresión. Creador de la saga del Mundodisco, una parodia masiva de la literatura de fantasía épica medieval con tintes a lo Monty Python. Sólo J.K. Rowling le supera en ventas. Aún así, Terry es el escritor del que se roban más libros al año.

Pues bien. Esto apareció en la web de su ilustrador y amigo Paul Kidby el once de este mes. Firmado por el propio Pratchett:

Gente,

Me habría gustado mantener esto en secreto un poco más, pero ya que se acercan las convenciones y por supuesto tengo que mantener a mis editores informados, parece injusto que me guarde la noticia. Me han diagnosticado una forma temprana y muy rara de Alzheimer, que es lo que había tras la "apoplejía fantasma" del año pasado.

Nos lo estamos tomando con filosofía por aquí, incluso con un leve optimismo. Por ahora voy a seguir trabajando para completar "Nación" y las notas básicas de lo que acabará siendo "Académicos Invisibles". Ya que todo lo demás sigue igual, espero cumplir con todos mis compromisos más urgentes y, en la medida de lo posible, futuros, pero discutiré el asunto con los diversos organizadores.Francamente, preferiría que la gente mantuviera el ánimoa rriba, porque creo que todavía hay tiempo para algunos libros más :o)

Terry Pratchett

PD: Me gustaría hacer hincapié, para todos los que estéis leyendo esto, en que estas palabras deberían ser interpretadas como un "No estoy muerto". Por supuesto, como planes de futuro, acabaré por estar muerto más tarde o más temprano, igual que todo el mundo. Para mí, probablemente esto sea más tarde de lo que pensáis... es pronto para decirlo.
Sé que es algo muy humano decir "¿Hay algo que pueda hacer?", pero en este caso sólo voy a entretenerme con ofertas de expertos punteros en química cerebral.


Ahí lo tenéis. Alzheimer. El alemán cabrón. No podía cebarse con alguien que no se ganase la vida pensando, no... tenía que ir a por Terry, que otra cosa no hace aparte de pensar. Pero bueno, no nos entretengamos que todavía tenemos más mensajitos del Hombre del Sombrero:

Gente,

Mi buena amiga Sandra Kidby de PJSM Prints me permite usar su web porque estoy proverbialmente demasiado ocupado para llevar la mía propia. Apenas tenemos tiempo para leer los miles de mensajes que han llegado, ya ni hablemos de contestarlos, pero os lo agradezco a todos.

¿Podría hacer un breve comentario, de todas formas? Mucha gente me manda muchas ideas para tramas. Por favor, tengo un montón de ideas. No hay sequía de ideas y las que me mandáis, aunque sea con la mejor intención, son cuidadosamente descartadas de la correspondencia antes siquiera de que me lleguen. Sé que las mandáis en un esfuerzo para ayudar, y lo aprecio, pero os recomiendo que no perdáis el tiempo en eso.

También recibo muchas peticiones de entrevistas. No voy a dar ninguna porque todo lo que tengo que decir lo dije en el mensaje anterior. No tiene sentido decirlo otra vez en otro orden.

Me permito recordaros que todavía no estoy muerto, incluso hoy.

Gracias otra vez por todos vuestros buenos deseos.

Terry Pratchett


En fin. Y le tenía que pasar cerca de Navidad... perdón, cerca de Vigilia de los Puercos. Pero en la web de los Kidby todavía ha aparecido un mensaje más:

Gente,

Hemos recibido decenas de miles de e-mails, y la cuenta de correo ya está empezando a morder (tiene gracia, porque el filtro anti-spam tiende a bloquear cosas como "Medicación" y lo trata casi todo como correo basura. Y si desactivamos el filtro, recibimos todo el smap... ¡hurra!). Aprecio toda esta buena voluntad, aunque no hay forma humana de que os pueda contestar a más de la mitad. Me gustaría que la gente tuviera en mente que me lo han diagnosticado muy pronto después de un escáner y toda una tarde de pruebas. Aunque no hay nada seguro, no hace falta ser estúpidamente optimista para creer que voy a seguir por aquí y, espero, trabajando durante un tiempo. Mi consejo, por tanto, es que nos calmemos y esperemos a los acontecimientos. Todavía no me he ido.

Tema aparte, gracias a todos los que habéis comprado "Making Money" y lo habéis convertido, según tenemos entendido, en el libro de ficción más vendido en tapa dura del año 2007. Al menos eso es lo que dicen las cifras. Sería interesante ver si los periódicos dicen lo mismo.

¡Feliz vigilia de los puercos!

Terry Pratchett


Levemente esperanzador. Y si Terry Pratchett dice que no nos desanimemos, ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria? ¿Eh? ¿¿EH??

A continuación, unas cuantas citas de Terry Pratchett. Recopiladas de La Concha de Gran A'Tuin:

La unidad de tiempo más corta del multiverso es el Segundo de Nueva York, que se define como el período de tiempo que hay entre cuando el semáforo se pone en verde y cuando el taxi que llevas detrás toca el claxon.

El vudú es una religión muy interesante para toda la familia, incluso para los miembros que están muertos.

La batalla del valle de Koom es la única que se conoce en la historia en la que ambos bandos emboscaron al otro.

'Stercus, stercus, stercus, moriturus sum' (Oh mierda, oh mierda, oh mierda, voy a morir).

Se decía que tenía el cuerpo de un muchacho de veinticinco años, aunque nadie sabía dónde lo guardaba.

Intento que los ordenadores me digan cosas como: Tiene usted 60 segundos para alcanzar una distancia de seguridad.

"¿Estudiantes?", ladró el Archicanciller. "Sí, señor. ¿Sabe a quiénes me refiero? Son los más delgados, los de las caras pálidas. ¿Recuerda que somos una universidad? Vienen con el paquete, como las ratas..."

Esto es muy similar a la sugerencia del filósofo quirmiano Ventre, que dijo: "Posiblemente los dioses existen, y posiblemente no. Así que ¿por qué no creer en ellos de todas formas? Si todo es cierto, irás a un lugar perfecto al morir, y si no lo es no has perdido nada, ¿no?". Después de morir se despertó en un círculo de dioses que llevaban palos con bastante mal aspecto, y uno de ellos le dijo: "Vamos a enseñarte lo que pensamos de los listillos por aquí..."

Se había convertido en institutriz. Era uno de los pocos trabajos que una dama conocida podía desempeñar. Y lo hacía bien. Había jurado que si alguna vez se sorprendía a sí misma bailando en los tejados con deshollinadores, se mataría a golpes con su propio paraguas.

Las últimas palabras de muchos señores antiguos han sido: "No puedes matarme porque llevo una armadura máaaargh".

Su filosofía era una mezcla de tres famosas escuelas: los Cínicos, los Estoicos y los Epicúreos, y él reunía las tres en su famosa fase: "No se puede confiar en ningún mamón más allá de lo que se le puede lanzar, y no hay nada que podamos hacer al respecto, así que vamos a tomar una copa".

Dale fuego a un hombre y estará caliente un día, pero préndele fuego y estará caliente el resto de su vida.

La gente lleva cientos de años creyendo que los renacuajos en un pozo significan que el agua es fresca y potable, y en todo ese tiempo nunca se han preguntado si los renacuajos salen de allí para ir al servicio.

La gente que mide más de dos metros y tiene los hombros casi igual de anchos tiene a menudo viajes sin acontecimientos. La gente les salta desde detrás de los rocas y les dice cosas como: 'Oh, lo siento. Creía que eras otra persona'.

Estaba intentando encontrar ayuda en los antiguos diarios militares del General Tacticus, cuyas inteligentes campañas habían tenido tanto éxito que había prestado su mismo nombre a la persecución detallada del éxito militar, y finalmente había encontrado una sección titulada Qué Hacer Si Un Ejército Ocupa Un Terreno Bien Fortificado y Elevado y el Otro No, pero como la primera frase era 'Procura ser el de dentro', había perdido bastante interés.

Todo empieza en algún lugar, aunque muchos físicos no están de acuerdo. Pero la gente siempre se ha dado cuenta del problema con los principios de las cosas. Se preguntan cómo llega al trabajo el conductor del quitanieves, o cómo consultan la ortografía los que escriben los diccionarios.

Es un viejo principio mágico (que incluso se ha filtrado a los juegos de rol) que la magia, aunque cuesta mucho esfuerzo, se puede 'almacenar'... en un bastón, por ejemplo. Sin ninguna duda los magos pasan algún tiempo cada día recargando su bastón, aunque te puedes quedar ciego si lo haces demasiado, por supuesto.

La cota de malla no es muy buena defensa contra una flecha. Ciertamente, no lo es cuando la flecha te está apuntando entre los ojos.

Dickens, como sabéis, nunca llegó a empezar su página web.


Y, por supuesto, su soberbia explicación sobre la teoría del Big Bang:

En el Principio no había nada, la cual explotó.


Sé que Terry Pratchett no está leyendo esto. No lee sus propios correos, va a leer este blog que no leo ni yo. Pero me la suda. Terry Pratchett nos ha dado grandes perlas de sabiduría y más de una lección magistral sobre tomarse las cosas con humor. Aún le quedan pilas, todavía sabe escribir, y antes de oír hablar de sus problemas con el alemán cabrón que le esconde las cosas, todos sabíamos que cuando se acabe se acabó. Así que, lejos de decir cosas del tipo "Terry, mejórate" o "Terry, espero que encuentren la cura" o "Terry, ¿te he comentado la idea que tengo para una novela?" o "Terry, haz el conejo deformado", permitid que lo diga sólo en dos palabras:

Terry,
GRACIAS.



















("BRAVO" también habría valido, que conste)

miércoles, 12 de diciembre de 2007

GRANDES FRIKIS DE LA HISTORIA DEL CINE

Frikis, damas y caballeros, ha habido siempre. Los hay en todos los ámbitos. En la política hay frikis (¿de qué, si no, iba a acabar de presidente del gobierno un tío clavadito al Joker?). En las aulas hay frikis (yo mismo he estado dando clases hace poco). En las convenciones de frikis hay frikis (los menos, pero los hay). Y, por supuesto, en el cine también los hay.

¿Pero a qué lado de las cámaras están los frikis en el mundo del cine? Existen directores frikis, existen guionistas frikis y existen personajes frikis. Si queréis un ejemplo de cada uno de estos casos, ahí tenéis a Kevin Smith. Ha habido entrañables frikis en pantalla, como el dependiente de comics de los Simpsons, el colgado cinéfilo que sabía cómo sobrevivir en una buena película de terror en toda la saga Scream, o el antiguo ángel exterminador Loki de Dogma (interpretado por Matt Damon, un nombre que tiene mucha más gracia si se grita imitando a la marioneta de Team América pero con ganas).

Sin embargo el cine ha dado muchos más personajes frikis de los que habitualmente se reconocen. Frikis de corazón que, sin embargo, no sabían cómo exteriorizar sus aficiones ante la cámara. Y en su vertiente de servicio público, TEODIOMUCHO viene dispuesto a demostrar que, a lo largo de la historia del cine, ha habido muchos más frikis de los que nadie hubiera imaginado jamás.

(aunque de momento sólo se me ocurre uno). Lo que vais a ver a continuación es una toma falsa del rodaje de PSICOSIS. Es un estremecedor documento que os ayudará a comprender que uno de los actores del mayor clásico del cine de suspense de la historia ERA FRIKI. Os advierto que la secuencia contiene fuertes spoilers de DOS películas... ambas clásicas... y que por lo tanto, si no las habéis visto, de todas formas ya os han contado el final. Así que a joderse y a leer. Hostias ya.


Si la tocas se hace más grande
(la imagen, digo)


Hala. Aceptad la dura y cruel realidad. Los frikis estamos por todas partes.

La Pesadilla: FIN DE CURSO

Bueno, ya está, ya me he tranquilizado después de lo de Sevilla. Y como tengo algunas otras cosas que quiero contar, será mejor que zanje la Pesadilla de una vez, ¿no?

Allá vamos.

Resulta que mis alumnos se lo han pasado de puta madre. Bueno, cuando hemos entrado en el terreno del retoque fotográfico (y ni siquiera con el potochó, no... CON EL GIMP, SEÑORA) se me han muerto un rato, pero luego se les pasó y dijeron "¡Vámonos a merendar!" porque de todas formas no se estaban enterando.

¿Han aprendido también? Pues mira, una de mis alumnas era mi madre y el otro día la pillé modificando imágenes con el Gimp y el Inkscape. Y es más: me pidió ayuda, vale, pero HABÍA ESTADO CONSULTANDO LOS APUNTES DEL CURSO.

Así que ya lo véis. La pesadilla ha terminado. Pero claro, ahora es cuando empieza la verdadera aventura: ¿Cuándo me pagan? Al respecto de la paga, debo decir que me siento vilmente estafado. Me prometieron que cobraría ochocientos cincuenta euros por estos ocho días de clase...

... Y ME VAN A PAGAR MIL Y PICO!! ¿Pero les parece bonito engañarme de esta forma? Anda que ya les vale...






(¿os habéis dado cuenta de lo difícil que es mantener la temática del blog cuando me dicen que me van a pagar cerca de trescientos euracos más?)

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sevilla

Sé que lo normal sería que este post se titulase "La pesadilla: última semana", y que contase el final del curso de diseño. Pero con vuestro permiso, me voy a reservar eso para otra ocasión. Lo ocurrido ayer tiene prioridad en un blog como éste.

Como ya sabréis, estoy yendo por las mañanas al Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial para intentar sacar adelante mi empresa. Y allí fue donde supe de la existencia de la Feria de Industrias Culturales Andaluzas (el FICA), que se celebraba en Sevilla los días 3 y 4 de este mes (es decir, ayer y anteayer). En dicha feria había un espacio llamado "Speech Corner", destinado a que emprendedores con una idea de negocio la expusieran ante el público.

De hecho, me enteré de que existía el FICA cuando Miguel, el responsable de sede del CADE, me dijo hace una semana y media: "¡Javier, enhorabuena, presentas tu empresa en el Speech Corner del FICA!". A lo que yo respondí: "¿Lo qué?"

Pero en fin, ya estaba todo organizado. Antes de que yo me enterase de que existía esa feria, resultaba que iba a hacer una presentación de diez minutos ante los asistentes. El día, curiosamente, de la última clase. Me hace siempre una gracia que no me consulten estas cosas... pero oye, admitámoslo, era una oportunidad cojonuda de empezar a captar clientes y tenía que aprovecharla. Así que total, siempre podía cambiar la última clase de día (por segunda vez). Después de dejar claro que yo iría el segundo día, lo primero que le pregunté al bueno de Miguel fue: "¿Tengo que preparar algún tipo de material para colocar ahí en el stand, unos trípticos o algo?". Su respuesta fue "¡Por supuesto, tú ahí vas a promocionarte, llévate todo lo que puedas para el stand!".

Dediqué todo el fin de semana a preparar el diseño del tríptico. El lunes lo llevé a imprimir. Quinientas copias, ciento cincuenta euros. Por veinte euros más me sacaban mil copias, pero como en principio estos trípticos sólo eran para la feria no me quise arriesgar, no fuese a ser que encima salieran mal (el logotipo salió pixelado, pero dejando eso a un lado no quedaron mal). Quedaba exactamente una semana y dos días para la feria. Pero aún me quedaban más cosas por hacer: tenía que preparar las últimas clases del curso, dejar el plan de empresa listo para presentarlo a un concurso del ayuntamiento, y por supuesto preparar la presentación.

La semana más estresante de mi vida. Pero lo conseguí dejar todo listo a tiempo, siempre justo a tiempo, aún a pesar de las tutorías de Miguel (que darán para otro post). No podía ir al primer día de la feria, porque la última clase la cambiamos al lunes, pero al menos estaría allí el mismo martes en el stand. Aunque para ello tuviera que hacer un gran, enorme, monumental sacrificio.

Martes, cuatro de diciembre. Cinco y media de la madrugada. Me levanto de la cama, cojo trescientos trípticos, los meto en una mochila, me visto y me voy a la estación de autobuses. Cojo el autobús de las seis y media para llegar a Sevilla a las nueve y cuarto. Tiempo de sobra para llegar al Palacio de Congresos antes de que abran la feria, para soltar los trípticos en el stand y dedicar el resto del día a la atención del público.

Siete menos cuarto de la madrugada. Nos acercamos a la primera parada de nuestro viaje. Me mareo y me vomito encima. Dos segundos después, paramos.

Hago el resto del viaje totalmente guarreado. Lo primero que hago en cuanto llego a Sevilla es intentar limpiarme en el baño de la estación. Pero, oh sorpresa, ese cuarto de baño no tenía papel higiénico. Busco otro baño dentro de la estación. Encuentro uno que tiene papel higiénico... FUERA. Es decir: que tendrías que salir con los pantalones bajados a recoger el papel cuando te hiciera falta. Me limpio como buenamente puedo y voy a comprarme otros pantalones y otra mochila.

Después de una tensa espera hasta que por fin abren las tiendas, consigo los pantalones. Voy al baño del centro comercial para cambiarme. Pero atención: las puertas del baño no cierran. ¿Quién coño ha diseñado los cuartos de baño de Sevilla? ¿El Marqués de Sade?

Total, que me voy al Corte Inglés, sabiendo que esos cuartos de baño se diseñan desde la central, y me cambio allí. Compro una mochila nueva y guardo en ella los trípticos y los pantalones vomitados (dentro de la bolsa de los nuevos, claro está). Ya son las once pasadas, la feria empezó hace una hora, me cago en la puta y pillo un taxi.

Llego por fin a la feria, con unos pantalones distintos a los que llevaba al salir de casa. Pero ya estoy allí. Entro y doy mi nombre para que me den mi acreditación.

Para los que ya os lo habíais visto venir, os habéis ganado un punto friki: NO ESTOY ACREDITADO. ¿Qué cojones pasa aquí? Me dan una acreditación anónima para poder entrar. Doy una, dos, tres vueltas por la feria, veo el stand de mis vecinos del CADE, pero no encuentro el mío por ninguna parte.

Así es, damas y caballeros, me hinché a imprimir trípticos y a cargar con ellos en un agobiante y mareante viaje de madrugada a Sevilla, que me costó setenta euros más de lo que debería (en pantalón y mochila nuevos) para NO TENER UN STAND DONDE PONER LOS TRÍPTICOS Y DEDICAR EL RESTO DEL DÍA A ATENDER AL PÚBLICO. Pregunto a mis compañeros del CADE si Miguel está por ahí, ya que él se había ido a Sevilla el día anterior... y sorpresa sorpresa, resulta que ni siquiera creen que siga estando en Sevilla.

¡Bien! ¿Alguien más recuerda que había dicho que Miguel me dijo "llévate todo lo que puedas para poner en el stand" después de saber que yo iría el segundo día?




Pues ya sabéis por qué hay un nombre nuevo en la lista negra. Lo de "Sevilla" es por lo mal que lo he pasao en este puto viaje, las diecisiete horas más desperdiciadas de mi vida, y porque sólo Dios sabe quién cojones se ha dedicado a diseñar todos esos cuartos de baño tan aberrantes. Y si os parece que lo que os he contado sobre los baños tampoco es para tanto... dadme algo de tiempo para colgar la foto del único que no os he comentado.