martes, 25 de octubre de 2011

Carta de ajuste

Buenas noches.

Lamentamos profundamente los inconvenientes que les haya podido causar nuestra larga desconexión, damas y caballeros. Todo ha sido causado por motivos ajenos a nuestra voluntad, puedo asegurárselo. Y estos son esos motivos:

La mudanza y la búsqueda de empleo no me han dejado apenas tiempo. Hace mucho frío para teclear y tengo los dedos congelados. Me duele la cabeza. No se me ocurría nada que contar. Se me ocurría algo que contar, pero ya me han pillado alguna vez la gente a la que criticaba (curiosamente Ramoncín no) y quería cubrirme las espaldas. Se me ocurría algo que contar, pero he firmado un acuerdo de confidencialidad y no puedo revelar nada. Se me ocurría algo que contar, pero entonces tendría que mataros. La SGAE no me está persiguiendo y eso me tiene acojonado en un rincón. Estamos teniendo dificultades técnicas con la transmisión vía satélite de la descompresión del catalizador del condensador de fluzo. Mi perro se comió Internet, hace ya más de cinco años. Lo hizo un mago. NO lo hizo un mago, y por eso no estaba hecho. Está lloviendo. Es que no contestaba nadie y no sabía si estabais ahí o no. Estaba ocupado decidiendo si me dejaba barba o no, y he tardado todos estos meses en darme cuenta de que ya la llevo puesta desde hace años. He vuelto a votar, en unas elecciones municipales, y tenía miedo de que explotara Internet o algo. Pero la razón principal y fundamental es...

...

... vale, no sé cuál era la fundamental. Pero el caso es que TEODIOMUCHO SIGUE AQUÍ. Estad atentos, porque en breve volvemos al ritmo de actualizaciones habituCONTROL, COÑO, QUITAD LAS RISAS DEL PÚBLICO! Por dónde iba... estad atentos, porque Teodiomucho vuelve a la carga.

No, en serio.

De verdad, jo.