Naturalmente
Damas, caballeros, qué pedazo de examen. Qué examinadora más buena gente. Qué claro lo decía todo. Y no, no va con ironía, en serio, lo indicaba todo muy claro, con tiempo de sobra, luego lo volvía a indicar... Ha sido un examen no demasiado malo. Vale, sí, supuestamente no he respetado la preferencia de paso de un peatón por el paso de peatones (a esos sí los respeto, pero leñe, ES QUE NO LO HE VISTO. A mí porque me dicen que me he saltao un peatón, que si no ni me entero). Vale, de acuerdo, se me ha calado el coche dos veces y me he metido mal en una intersección. Pero con todo y con eso, aún estaba para aprobar. ¿Verdad?
(qué público más fiel, que ya sabéis la respuesta antes siquiera de que la escriba...) PUES NO, por supuesto que no estaba para aprobar. Porque cuando ya estaba cerca del final de mi examen (calculo), me faltó poco para que un coche blanco se me incrustara al incorporarme a la autovía. Fallo completamente mío. ¿Voy a dejar de odiar al mundo por eso?
NI HABLAR!!!
Algunos hemos venido a este mundo con un propósito. El mío es difundir el odio en este blog, por lo que se ve. Pues muy bien. Sin carnet, pero sin perder el ánimo ni las ganas de odiar. Temblad, porque dentro de dos semanas vuelvo a intentarlo!
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