domingo, 6 de diciembre de 2009

Mi pequeño tributo a mi gran maestro

Damas, caballeros, permitid que hable un momento en serio para, inmediatamente, dejar de hacerlo.

Hoy se cumplen seis años de la muerte del que puedo decir, sin lugar a dudas, que fue mi primer compañero de clase en la facultad. Darío Fernández Arjona, uno de los dos primeros amigos que hice en Málaga. Sé, en el fondo de mi corazón, que se arrepintió profundamente de haberme insistido en que contara tantos chistes aquella noche. Pero el daño estaba hecho, ya nos habíamos metido el uno en la vida del otro y ya no había vuelta atrás.

Maestro en la comedia y en la vida, cómplice en mis desventuras amorosas y en mis resurgimientos, rival en nuestras polémicas guerras de gusanos, hermano de armas en las batallas de Trivial. De Darío aprendí muchas cosas. La primera, y una que jamás voy a olvidar, es que cuando no hay nada que puedas decir o hacer para resolver los problemas de un amigo, siempre te queda el recurso de hacerle reír.

Junto con otros tres amigos (y tres más en la categoría de fantasmas), Darío y yo compartíamos una gilipollez enorme: “Somos la Caña”, un foro de insultos, desde el cariño entre nosotros, a la yugular para con el resto. Era sólo una de nuestras guerrillas, rivalizando muy de cerca con los mail-bomba (larga historia, digamos simplemente que intentábamos enviarnos correos electrónicos explosivos... y a poder ser cada uno con un efecto más devastador que el anterior). Pero la Caña sirvió para mantener vivo algo que ninguna otra guerrilla pudo. Cuando Darío empezó a viajar, cuando le perdí el contacto, la Caña era un recuerdo constante de la época en la que vivimos juntos, de nuestros comienzos como universitarios. De alguna forma, escondido bajo el pretexto de continuar las gilipolleces, la Caña estaba ahí para recordarme lo mucho que deseaba volverlo a ver.

Así que cuando Paco me llamó para darme la noticia, de pronto comprendí lo que acababa de perder. No sólo me habían quitado a un amigo. Hacía más de un año que no le veía, y de pronto tenía que digerir que ya no le iba a ver jamás.

Dicho así suena egoísta, lo sé. Por mucho que hubiese disfrutado la vida, Darío aún era joven cuando fue asesinado. En términos de alguna inexistente justicia cósmica, a Darío le habían arrebatado todo el tiempo que le quedaba por vivir. Jamás, creo, podré perdonar a los atracadores por eso. Pero ahora analicemos la situación. A mí me habían robado la oportunidad de volver a hablar con él, de volvernos a reír. Ya no íbamos a vernos esporádicamente para contarnos lo mal que me trataba la vida y lo bien que se lo pasaba él en sus viajes (no hay rencor alguno en esta frase, en serio; es que, en el fondo, si no le contaba mis desventuras no era yo mismo). Ya no íbamos a compartir nuestras gilipolleces interminables. Llegado el caso, ya no podríamos volver a encontrarnos como adultos maduros y viejunos, y nunca, nunca podría decirle en persona todo lo que hoy estoy poniendo por escrito.

¿Qué pretendo decir con esto? No sabría decirlo, no tengo nada consistente, estoy escribiendo por escribir. He empezado este texto describiendo a Darío, y he llegado a un punto en el que el centro del texto soy yo. Pero, supongo, esto tiene un sentido.

Yo soy Darío. Al menos en parte. Al igual que Paco es Darío, al igual que Raúl es Darío, al igual que todo aquél que le haya conocido es, en mayor o menor medida, Darío. Porque nadie puede pasar por este mundo y dejar a todos los demás indiferentes. Siempre dejamos nuestra impronta en alguien. Hacia el principio he definido a Darío como uno de mis maestros; más adelante he dicho que de él aprendí muchas cosas.

A eso me refiero. Parte de lo que yo soy hoy lo soy gracias a Darío. Y en el fondo albergo la esperanza de no ser el único. Sé que también ha influido, y mucho, en Paco. Sé que ha dejado su huella en Raúl. Incluso al Disidente le ha debido enseñar algo. Pero aparte de nosotros, aparte de los que nacimos Cañeros, Darío ha viajado por el mundo, ha hecho nuevas amistades, digamos que ha “marcado el territorio”.
Si este mundo es justo de alguna forma, Darío está en muchos países. Hay un Darío en Inglaterra. Hay un Darío en Perú. Hay un Darío en Argentina. Allá donde Darío haya puesto el pie, hay una huella de él, alguien que haya quedado atrás, alguien que haya aprendido de Darío y que, gracias a él, o por su culpa, ahora sea una mejor persona en uno u otro aspecto.

Y si eso es así, entonces puedo sonreír en estas fechas. Mi amigo, mi compañero, mi eterno rival, mi hermano de Caña, sigue vivo en más personas de las que lo estuvo cuando le conocí. A quién le importan los asesinos, los insensibles, los ruines, los que no le recuerdan porque nunca le conocieron. El mundo está poblado por muchos tipos de personas. Están los rastreros. Están los buenos. Están los normales. Y luego estamos los que aprendimos de él.

Ni mejores, ni peores, ni tan siquiera estrictamente distintos. Sólo, de alguna forma, enriquecidos.

Pero basta de nostalgias. No pretendo que este post sea un compendio de tristezas y añoranzas. Esto es un homenaje a una de las personas más divertidas que he tenido el inmenso privilegio de conocer. Y he querido aprovecharlo para publicar, por primera vez en la historia de la humanidancia, un documento histórico escrito por... ehm... bueno, vale, por mí, lo siento, no tengo documentos suyos ¬¬ Se trata de una carta que decidí, con la colaboración de Paquito y de Jorge, escribirle en su día para enviarle cuando aún estaba estudiando en Inglaterra. Diré, simplemente, que está inspirada en algo de lo que él se quejaba mucho... y en el sentido del humor cabrón y jodón que aprendí de él.

Sin más, disfrutad de este documento. Como habría disfrutado él, de haberme dado tiempo a mandárselo antes de que se volviera a España.

Añorado compañero:

En la España Cañí de tu niñez, cada año los gañanes se empeñan en apiñar sus viñedos en Logroño. La peña de Íñigo Piña ha empequeñecido con la extraña partida de Iñaki y doña Toñi, la coruñesa de ojos castaños. Para evitar que se empañen sus ojos con pequeñas lágrimas, les he apañado un añejo Don Periñón y un Cariñena que ni en sueños podrán tachar de ñoños. Tamaña muestra de maña me será mañana regañada, pues los dueños de las viñas eran extraños y no me atañen. Pero hasta la riña, dejemos que las legañas unan mis pestañas en la mañana, cuando el sueño araña a cualquier señor haciendo caer como un leño hasta a un ñu.

Esta mañana la cañería del baño se ha hecho añicos, enseñándome lo que es la tiña y tiñendo el bruñido acero del caño. Añado que, como el Miño, el baño ha sido de gran tamaño. Pero somos la caña, y como señores españoles de cuño y no como greñudos gañanes ceñudos hemos alzado los puños cual cañones y nos hemos dejado las uñas ciñendo de nuevo el caño a su sitio. Ha sido un coñazo, sobre todo por las ponzoñosas arañas, pero hemos hecho el apaño como niños en un ensueño de otoño. Eso sí, luego hemos tenido que limpiarlo todo con un paño.

¿Qué te cuentas? ¿Qué tal Bretaña? ¿Son desdeñosas las niñas? ¿Hay muchas vacas que ordeñar? ¿Tienes ya greñas como para cogerte un moño? ¿Has tenido algún retoño? ¿Cómo coño te las apañas cuando tienes sueño por las mañanas y tañen las campanas? ¿Son uraños los que gruñen por el peñón? ¿Hacen muchas coñas sobre las musarañas? ¿Hay leña como en las montañas mañicas? ¿Se desgañitan los Caños? ¿Cerdeña pilla cerca? ¿Y Borgoña? ¿Sigues hablando español? ¿Hay muchos niñatos? ¿Son tiñosos? ¿Bretaña va bien como España, o allí tampoco les engañan? ¿Hay riñas entre los niños y las niñas, o se apañan? ¿Qué tal los riñones? ¿Y esos sabañones? ¿Dicen “Ñam” cuando comen? ¿Te has despeñado muchas veces por las montañas? ¿Vives en una cabaña? ¿Te cepillas los piños? ¿Te las cepillas a puñados? ¿Tu cabaña es norteña o sureña? ¿Tus greñas están enmarañadas? ¿Es Smith un sinónimo de Núñez, de Villafáñez o de Rodrigáñez? ¿Te has escoñado ya, arañándote con los peñascos en algún piñazo? ¿Hay coñac? ¿Sabes que hemos encontrado el apellido Ñoman en la guía de teléfonos de España? ¿Rebañas el plato? ¿Hay rebaños de greñudas ovejas? ¿Y rebaños de ñus? ¿Se bañan en bañeras de bruñido acero los rebaños de ovejas greñudas y de ñus ceñudos? ¿Qué sabes de Gómez de Liaño? ¿Los de Bretaña son señoritos y señoritas? ¿Comes castañas? ¿Si te mandan a hacer puñetas, te enfurruñas o les mandas a comerse un gruño? ¿Viendo a una niña con las castañas de buen tamaño, se te monta la tienda de campaña? ¿Has visto Operación Truño? ¿Tienen puñales de puño de aluño? ¿Puede un entrañable muñeco de guiñol (o teleñeco) santiagueño añil llamado Liñán Sedeño ocupar un escaño? ¿Has encontrado algún extraño que te enseñe qué significa “Joroña que joroña”? ¿Qué diferencia hay entre un roñoso o roñosa, un roñica y un tacaño? ¿Sabías que a Rawi Peña, el algecireño, las garrapiñadas le provocan migraña? ¿Cómo aliñaban el armiño los cromañones a la orilla del Miño? ¿Qué coño es un miriñaque? ¿La uña de tu meñique, qué tamaño tiene? ¿Le has visto el muñón a Muñoz? ¿Qué es poñoñañoco? ¿Hay pirañas en tu bañera? ¿Llevas bañador, o te ganas puñetazos por ello? ¿Haces cuñas? ¿Un truño es lo mismo que una boñiga? ¿Plañen las cigüeñas con el tañido de las campanas de la mañana? ¿Te endiñan si te jiñas en la alfombra, o la diñas de vergüenza? ¿Tienes algún compañero de piso que diga “¡¡¡ÑOSSS!!!” cuando se enfurruña?

Bueno, pues para que veas que tenemos detalles contigo, ahí tienes suministro de eñes para un año. Dosifícalas con maña, no abuses de ellas con saña. Nada más, salvo que te extrañaremos este año aquí en España, ¡coño!

Con cariño,

Tus compañeros cañeros.





P.D: Y añado: CUÑAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOOO...!!!!!


Descansa en paz, Darío. Te lo has ganado. Y siéntete orgulloso... has dejado huella ;)

martes, 1 de septiembre de 2009

Ejém...

(ejémjem... hmmm... miii mi mi mi miiii...)

Oe.

Oe oe oe.

Oe.

E incluso digo más:

Oe.

Falta el voto del jurado, pero el público ha hablado. Mi spot es el más votado, mi microrrelato también (oh mierda, eso no termina en -ado), así que la parte que dependía de nosotros la hemos ganADO (aaaahora sí!).

A todo el que me haya votado... ¡GRACIAS!

Y ahora a esperar al jurado. Que les quedan quince días de deliberación. Os mantendré informados!

miércoles, 29 de julio de 2009

QUIERO VUESTRO VOTO!

No, tranquilos, el post de hoy no va de política. Esta vez los tiros van por otro lado...

... necesito vuestro voto.

A ver, os comento. Me he presentado a la edición de este año del certamen creativo "Un dedo de espuma, dos dedos de frente", organizado por Cerveceros de España. Y a día de hoy, voy el cuarto de noventa. Necesito un empujoncito más para ver si consigo remontar!

Aquí el video:



Aquí el enlace para votar a mi video.

Y aquí... que también me presento a la categoría de microrrelato, qué coñe :P

Tenemos hasta primeros de septiembre para ponernos en cabeza. Se puede votar una vez al día. Es triste de pedir el voto, pero más triste es de robarlo, ¿no?

¡Echadme una mano, a ver si lo conseguimos!

sábado, 23 de mayo de 2009

Lo que sea por no decir "acojonante"

Damas, caballeros... para no perder las sanas costumbres, hoy vamos a hablar de política.



Más de una vez se me ha acusado de ser completamente antiderechista y proizquierdista. Vale, sí, han sido las voces en mi cabeza las que lo han hecho, pero se me ha acusado de ello. Cuando lo que yo he dicho siempre, y lo podéis comprobar en posts anteriores, es que soy antiNUESTRAderecha. Es decir: no soy contrario a la ideología de derechas per se, sino al partido que representa a la Derecha en nuestro país. Esto, como digo, es algo que ya he comentado en más de una ocasión.

Lo que pasa, claro, es que la gente tiende a pensar que "Anti-PP" significa, automáticamente, "Pro-PSOE". Porque claro, como sólo hay dos partidos y además no existe la posibilidad de que no te guste la política...

Bien. Hoy quiero romper una lanza por el PSOE. Pero no en su defensa, no... en sus costillas. Para que no se diga que en este blog sólo se critica a la derecha. Y los que estén al tanto de la actualidad y se hayan fijado en el título de este post... probablemente ya sepan por dónde van a ir los tiros.

Ángeles González-Sinde. Ministra de Cultura del gobierno Zapatero. Nombrada hace poco. Partidaria acérrima del canon, contraria a la piratería, defensora de los derechos de autor. Madre de perlas de sabiduría tales como las siguientes, que me permitiré el lujo de anotar brevemente:

"Seamos todos sinceros, ¿para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuanto gigas? ¿Para mandar e-mails? Telefónica sabe que el 80 por ciento del volumen de tráfico en sus líneas es descarga de archivos"

(porque claro, la gestión de páginas web, los foros, los chats, los juegos online, la blogosfera en general, La Sociedad del Misterio en particular, todo eso no existe, ¿verdad?)


"No me importa que el cine de Hollywood comparta cartelera con el español, pero sí que sus productos de segunda, los malos, desplacen al cine europeo"

(porque claro, TODO el cine que se hace en España está al nivel de Amenábar)


Y por supueso, mi favorita:

"Existe exista una falsa idea progresista de que la cultura debe ser gratis. ¿Y los antibióticos no?"

(coño, buena idea... ¿por qué no son gratis los antibióticos?)


En pocas palabras: una ministra de cultura más preocupada por los intereses de las empresas (fíjense cómo no se limitó a hablar de estadísticas, dijo "Telefónica sabe") que por el acceso de los ciudadanos a la cultura. A lo cual, a todo esto, la Constitución dice que todos tenemos derecho.

Pues bien. Esta dama, cuya posición puede ser más o menos criticada, con la cual uno puede estar de acuerdo o en contra, ha soltado recientemente una bomba que, creo, puede traer demasiada cola. Porque, damas y caballeros... la ministra González-Sinde ahora critica la existencia de e-books.

Así es. Ahora ni siquiera se pueden difundir libros por Internet. Porque claro, ¿qué coño es eso de leer gratis? ¡Aquí si se quiere leer hay que pagar, hostias! Pero por favor, leed sus declaraciones, que no tienen desperdicio...

"Me parece asustante que los libros circulen libremente por la red, porque entonces este sector cultural maduro y sólido, con pocas fluctuaciones, correrá la suerte del fonográfico y el cinematográfico".


Sé lo que pensáis. La crítica va a ir por lo de "Asustante", ¿verdad? Una palabra que no existe según el diccionario dicha por la Ministra de Cultura. Pero seamos sinceros, esa gracia ya la ha hecho todo el mundo, no tiene sentido que yo profundice más en ese tema (aunque reconozco que es algo que me parece escalofrioso y aterratorio). No, mis fieles lectores (sí, vosotros tres); si por algo voy a criticar este comentario de doña Ángeles... es por su absoluta falta de sentido.

A ver. Estoy de acuerdo en que un escritor tiene que cobrar por su trabajo. Pero ¿de verdad esta señora cree que la mera existencia de e-books va a dejar a los escritores en el paro? Si a alguien le gusta el libro que se ha leído, lo más probable es que lo quiera tener original, ¿o no? Es como si alguien hubiera dicho eso mismo de las bibliotecas; total, ahí también se va a leer sin pagar, ¿o no? Y sin embargo, no sé, normalmente cuando se piensa en "Biblioteca" una de las palabras que se te vienen a la cabeza es "Cultura", ¿o no?

Se me ocurre... en mi antiguo colegio se están haciendo cineclubes. Y en mi antigua residencia. Y en mi antigua facultad. Todo eso implica que un montón de gente podrá ver una película sin pagar por ella. ¿Quemamos esos impíos locales de depravación? Y si eso es así, ¿no deberíamos también prenderle fuego a Televisión Española o a Antena 3, o a cualquier otra televisión que no sea de pago, por emitir películas? Los Cuarenta Principales, Kiss FM, Onda Cero, la COPE, ¿no ponen música todas esas emisoras? ¡Y la gente las escucha, así de gratis! ¡¡Herejía!! ¡¡¡Blasfemia!!! ¡¡¡¡COCOTERO!!!! (huy, perdón, se me ha vuelto a ir).

El concepto en realidad es muy simple. Si te gusta, probablemente te lo compres. Si no te gusta, probablemente no. Si no tienes posibilidad de ver lo que te vas a comprar antes de soltar el dinero, para saber si merece la pena, se te quitan las ganas de tener acceso a la cultura. Por eso existe el alquiler, por ejemplo. Con las películas, con las series, existe la posibilidad lógica de verlas primero en cine o televisión para decidir si te gusta o no. Pero ¿qué pasa con los libros? Aparte de pasando por la biblioteca, ¿qué posibilidad tienes de leerte un libro antes de comprarlo? ¿Qué posibilidad de saber si ese libro, por el que te vas a gastar dinero y que luego va a estar ocupando espacio en tu casa, te va a gustar?

El E-Book, por ejemplo. Te lo bajas, te lo lees, si te gusta te lo compras, si no lo borras para que no ocupe espacio en disco duro. O que te lo preste un amigo. Si te gusta, probablemente te lo querrás comprar... si no, se lo devuelves y le dices "Menuda mierda de libro".

Y ahí está el problema. ¿Cuánto creéis que tardarán en intentar poner un canon a PRESTARLE ALGO A UN AMIGO? Porque oye... ¡es que ese amigo podría estar teniendo acceso gratuito a la cultura! Yo personalmente votaría por ponerle un chip a los libros, los DVDs y todas esas cosas. Ese chip se activa cuando el comprador llega a casa, y como se salga del domicilio en cuestión saltan las alarmas, llega la policía... en fin, os imagináis el resto.

Mi señora y yo (que por cierto, ya hemos hecho nuestro primer aniversario juntos... permitidme que recopile material para el post al respecto) tenemos la costumbre de comentarnos lo que vemos o leemos. Nos contamos las series que seguimos, los libros que leemos, las películas que vemos, y nos recomendamos si merecen o no la pena. ¿Vamos a ir a la cárcel por ello? Estamos contándonos las ideas por las que otros han cobrado, ¿el simple hecho de contárnoslo entre nosotros nos convierte en un top manta?

O ya puestos... cuando un padre le enseñe algo a su hijo, ¿debería pagar por ello? Técnicamente está transmitiendo su cultura, ¿o es que sólo es cultura cuando cuesta dinero?

La cultura, señora ministra, ES gratis. Las ideas puede que no, como publicista ahí tengo que estar de acuerdo (mejor dicho, las ideas sólo son gratis si quien las tiene quiere que lo sean). Pero la cultura es mucho más que el negocio. Es lo que define a una sociedad. Lo que le da forma y la diferencia de las demás. Y si una ministra de cultura no sabe eso... entonces es cuando estamos hablando de algo realmente asustante.

(jijijiji... "asustante"...)

jueves, 2 de abril de 2009

Pequeño desafío mental

De la siguiente serie:

Epifanía, Triquiñuela, Blasfemia, Cocotero...

¿Cuál de estas palabras sería la siguiente?

a) Berenjena
b) Traqueteo
c) Piscina
d) Esternocleidomastoideo


Razone su respuesta. Y deje de lloriquear, que de verdad que hay una lógica detrás de este acertijo.

sábado, 28 de marzo de 2009

Este mundo está mu mal...

¿Recordáis hace algún tiempo, cuando me quejaba de que habían adaptado la canción más orquestable de Mecano al tecno, al heavy e incluso al rap... y que sin embargo habían orquestado su canción más guatequera?

Pues recordadme, para la próxima, que antes de quejarme me informe mejor de lo demás que se pueda ver por ahí...



(Jorgeeeee, mira lo que han hecho estos!!)

jueves, 26 de marzo de 2009

No me he olvidado

Sé que en Enero no dije nada.

A decir verdad, estaba tan harto de todo lo que iba saliendo mal que no tenía ganas de pasarme por el blog. Ya sabéis, fue en aquella época después de los posts borrados, después del cliente que me robó el trabajo (os alegrará saber que finalmente descubrí que me había estado timando TRES MESES, en absolutamente todo lo que me había prometido... eeen fin).

No tenía muchas ganas de pasarme por aquí, la verdad. Pero eso no significa que me olvidara.

Ahora que las cosas se van medio normalizando (hincapié en "tirando a no", palabras que no aybqye están en la frase claramente se sobreentienden), llegamos a la segunda fecha señalada. Y aunque este año, como todos, he cumplido con la parte presencial... creo que aún falta cumplir con la telemática.

Quisiera aprovechar, como todos los años, para recordar al público en sus casas que este post es poderosamente personal, lo que significa que habrá quien no sepa de qué estoy hablando, quien se sorprenda de leer estas cosas y quien sencillamente no sepa qué decir. A todos esos, amado público, a todos vosotros os digo "ni falta que hace". Esto es algo que simplemente necesito decir. Quien quiera responder que lo haga, pero que nadie se sienta obligado porque no voy a ir pasando lista ni nada por el estilo. ¿De acuerdo?








Deee acuerdo.

Montserrat Martínez Fernández nació tal día como hoy (menos dos meses) hace ya treinta años. Desde el día que la conocí la he querido como una hermana. Quizás por eso de que lo es, y tal.

Para quienes nunca antes hayan oído hablar de ella... Montserrat era lista. Era muy lista. Sus compañeros de clase solían decirle que, si algún día fallaba un ejercicio de matemáticas, le hacían un monumento. Y era una gran pianista. Muy buena. Su talento iba cuatro cursos por delante que ella, y así lo demostró en el último concierto de alumnos tocando una pieza que aún no debería haber podido aprender. No creo que nadie haya hecho nunca una interpretación más memorable de un nocturno de Chopin (del compositor, no de la croqueta con patas que tengo por gato). Siempre ha hecho todo lo que ha podido para enseñarme a mí a amar la música tanto como ella... y en cierto modo, supongo, se puede decir que lo ha conseguido. Puedo decir, sin ningún género de dudas, que hoy soy la persona que soy, y no el imbécil que podía haber llegado a ser, gracias a ella.



Nació tal día como hoy, menos dos meses, hace treinta años.



Murió tal día como hoy, hace trece.





Y no estoy triste. El tiempo, si tú le ayudas, cura las heridas (si no le ayudas... bueno, el tiempo es como los funcionarios, si no le empujas no hace ni el huevo). No estoy triste, porque tengo más motivos para no estarlo. Tengo una buena familia. Tengo buenos amigos. Tengo una novia maravillosa. Tengo barba. Y si nos ponemos metafísicos, tengo la esperanza de volverla a ver más tarde o más temprano. Así que no estoy triste. Cada año resulta más fácil, cada año duele menos. No estoy triste.

Pero la echo de menos. Y no la he olvidado.

¿Qué sentido tendría eso? Montserrat es una parte importantísima de mi vida. Como ya he dicho, gracias a ella soy la persona que soy, gracias a ella soy el músico que soy, y aunque eso no fuese así ha sido mi hermana desde que nací (en ese orden, que ella nació antes). ¿Qué sentido tendría olvidarla sólo porque no está? No voy a dejarme arrastrar hacia el fondo, no voy a hundirme, porque la vida sigue y si me hubiese pasado todos estos años sentado en un rincón y llorando me habría perdido todo lo que tengo hoy. Pero no voy a olvidar a mi mejor maestra, a mi más memorable compañera de juegos, a mi celebrada co-pianista. No voy a olvidar que tengo una hermana (aunque no la tenga a mano).



Feliz aniversario, Montserrat.
Y ahora sigue descansando, que te lo has ganado.

viernes, 13 de marzo de 2009

La Alegría de Vivir

Hace ya algún tiempo, mi por entonces compañero de piso Jorge (saluda, Jorge) (¡pero saluda!) y yo elaboramos en colaboración este pequeño texto. Ambos hablamos de colgarlo en internet, de darlo a conocer, pero creo que en el fondo no lo hicimos por eso... sencillamente, nos pareció divertido y lo hicimos.

Como eso, creedme, salieron muuuuchas gilipolleces que realmente merecen la pena. Supongo que las mejores salen siempre cuando te diviertes haciéndolas.

En fin. Que hoy de pronto me he acordado y me he dicho "Pues no veo por qué no"... si queríamos darlo a conocer, este blog es una opción tan buena como cualquier otra.

Sólo que peor.

Así en general.




De todas formas lo voy a publicar aquí, así que dejad de mirarme raro. ¿Estáis listos? Allá va:


Funeraria “La Alegría de Vivir” le presenta su catálogo con las lápidas más solicitadas en el mercado actual. Escoja ahora, antes de que sea tarde y tengan que escoger por usted.

- Su publicidad aquí.
- Se me ha ido el santo al cielo.
- Se alquila sótano, razón aquí.
- Prohibido aparcar.
- Rómpase en caso de incendio.
- Cerrado por defunción del propietario.
- Coño, qué oscuro está esto, ¿no?
- ¡Pero llora!
- En ocasiones veo muertos.
- Hace calor, ¿eh?
- No estoy.
- ¿Esto es una lapidación? Pues no duele tanto...
- Doctor, ¿eso mío que late que tiene en la mano qué es?
- Dios no existe.
- Abrimos de nueve a seis.
- ¡Thriller... thriller night!
- Vale, como coña ya está bien, abridme ya.
- Puto Alex Ubago, tanto “Me muero por no se qué, me muero por no se cuánto...” ¡Al final me lo ha pegado!
- ¡Crucemos ahora!
- ¿Que me he bebido qué?
- ¿Cuánto dice que me queda de vida?
- Con una forense así, vale la pena morir.
- Próxima sesión de escapismo a las 10.
- Y el autobús que no llega...
- Gracias por su visita.
- Me gusta ver las cosas desde otro punto de vista.
- Desde dentro es más chulo.
- Me está un poco justo.
- Me lo he perdido, ¿qué tal ha estado el funeral?
- Vendo Opel Corsa.
- El cadáver al que usted llama está apagado o fuera de cobertura.
- Yo me quiero momificar, como los colombianos.
- ¡Mierda! ¡Aquí dentro no hay cobertura!
- Hoy me levanto tarde.
- Me estoy dejando crecer las uñas y el pelo.
- Por fin he dejado de fumar.
- Ya he empezado el régimen.
- ¿Tú eres Dios? Pues te imaginaba más alto.
- Con todos tus muertos.
- Está jodida la cosa.
- ¡Ni muerto me meto yo aquí!
- Busco compañero de habitación.
- Me habréis incinerado, ¿no?
- Tú serás el siguiente.
- Aquí te espero.
- ¡Estoy podrido, Tomás!
- Si no es por no levantarme, si hay que ir se va.
- Soy alérgico a estas flores.
- Prohibido fijar carteles.
- Lo bonito que es el cielo, y yo aquí enterrado como un gilipollas.
- Mi color favorito es el negro.
- Vaya mierda gusto habéis tenido escogiéndome el traje.
- Mi testamento estaba falseado.
- ¡Sacadme de aquí!
- ¿Queréis gusanitos?
- Próxima apertura.
- Yo maté a Kennedy.
- Ahora puedo confesar que me gusta Operación Triunfo.
- María, te he puesto los cuernos toda tu vida.
- He salido a comer, vuelvo en quince minutos.
- Hay cinco muertos para coleccionar, ¡busca en el interior!
- Envase no retornable.
- Si salí del armario, ¿por qué no voy a salir de aquí?
- No hagáis ruido, todavía no me han encontrado.
- Toc, toc.
- ¡¡¡WILMA!!!
- Chimpón.
- ¿Cuándo resucito?
- ¡Me aburro!
- Lo fácil que parecía en Bricomanía...
- ¿Carne de vaca qué?
- Ahora en serio, ¡SACADME YA!
- ¡Siéntate, hombre, ponte cómodo!
- ¿Vienes mucho por aquí?
- La partida de ajedrez más lenta de la historia.
- ¿Se ha ido ya el cobrador del frac?
- Cinco minutos más, mamá...
- Cuando quiten Gran Hermano me llamáis, ¿eh?
- Éste sí que es un buen sitio para meditar.
- ¿Y este de aquí dentro quién es?
- Aquí hay una peste que tumba.
- Cuando vayáis al Túnel de la Muerte, daos la vuelta.
- Estoy excavando un túnel.
- No diré nada si no está mi abogado presente.
- Tengo hambre.
- Si te esperas un rato, verás al Príncipe Felipe pasearse por aquí besando muertas a ver cuántas resucitan.
- Con delicadeza, señor enterrador. Es mi primera vez.
- No molestar.
- Silencio en la sala.
- Se ruega apagar móviles.
- Prohibido fumar.
- Oficina de reclamaciones.
- ¿Cómo? ¿Que no me quedan continues?
- 100% Mármol.
- RIP RIP ¡Hurra!


Oh, y como últimamente tengo la puntería de que todos mis posts acaban ofendiendo a alguien... sólo por si acaso, que sepáis que el primer epitafio de la lista es, hasta que se me ocurra alguno mejor, el que quiero yo para mí :P

---

En otras noticias nacionales, hoy Sandra (¿os he hablado de ella alguna vez?) ha acudido hoy a enfrentarse con su destino: día de exámenes de cinco asignaturas, de las cuales sólo le habían confirmado que no tenía que hacer una de ellas. Si hubiese aprobado el resto de las asignaturas, no habría tenido que examinarse de ellas. Si las hubiese aprobado, con haber entregado puntualmente los trabajos no habría tenido que ir a examen.

¿He mencionado que SÍ QUE LAS HABÍA APROBADO? ¡Porque sus profesores no! Ha ido mentalizada para cuatro exámenes, y sólo ha tenido que hacer uno (y porque de matemáticas aunque lo lleves aprobado te tienes que examinar). Así que imagináos la situación: la pobre iba convencida de que se iba a pasar toda la tarde haciendo exámenes, y en poco más de media hora va y termina con todo :P




(yo no lo entiendo... con lo lista que parece que es, ¿cómo coño puede levar ya casi once meses conmigo?)

sábado, 28 de febrero de 2009

¡MALDICIÓN! ¡El Camarero del Apocalipsis!

Existe una técnica narrativa, niños y niñas, que consiste en comenzar la historia con una situación cotidiana, casi doméstica, para acabar convirtiéndola en una epopeya. Grandes relatos de todos los tiempos han seguido esta técnica: "El Señor de los Anillos" empieza con un bucólico texto acerca de los hobbits, "La Gran Matanza" comienza como una disputa doméstica en Sin City, "El Ataque de los Payasos Hinchables Musicales Nudistas" parecía que iba a ser simplemente el diseño de un cartel... Es algo muy común, ya os digo.

No sé exactamente qué nombre tendrá esto en literatura. En la vida real, que también ocurre, se suele llamar "La que se ha liado por una gilipollez".

Podría poner cientos, miles, millones, incluso pares de ejemplos de estas situaciones en la vida real. Algunos de ellos terriblemente ridículos, algunos de ellos sorprendentemente dolorosos, algunos de ellos c) todas las anteriores. Pero creo que el más reciente de estos acontecimientos podría ser un ejemplo magnífico.

25 de Febrero. Noche de miércoles.

Debido a un insólito intercambio de faroles que salió mejor de lo que nadie esperaba, Sandra se encontraba de visita sorpresa en Algeciras. Dado que había venido el domingo y se volvia a ir el viernes, no disponíamos de un fin de semana para quedar con nadie... así que conseguimos que un par de amigos (cuyos nombres no citaré por aquí salvo que ellos así me lo autoricen) nos hicieran un hueco en sus agendas entre semanas.

Salimos a cenar, y después quisimos pasarnos por el Acuario, una cafetería de por aquí, a tomarnos algo y echar una partida al Munchkin. Tomamos asiento, sacamos las cartas, comenzamos a barajarlas, y el camarero compareció ante nosotros para tomarnos el pedido. Trajo la primera bebida mientras repartíamos las cartas. Para cuando llegó la segunda, ya habíamos empezado a jugar.


Ese, y no otro, fue el momento que el camarero escogió para decirnos "Lo siento, pero en este local está prohibido jugar a las cartas".


Claro está, nos quedamos un poco cortados. ¿No había visto las cartas antes? ¿No estaban bien a la vista mientras nos tomaban nota o mientras llegaba el primer chocolate? Supongo que nos habría gustado saber que no podríamos tomarnos algo y jugar al Munchkin antes de que nos sirvieran, pero en fin... con gesto contrariado recogimos las cartas. Entonces, cuando llegó la tercera bebida, Sandra preguntó amablemente por qué no se podía jugar a las cartas.

-Porque no.
-¿Pero por qué?
-Porque está prohibido.

El amigo que venía con nosotros, a la vista de las malas contestaciones, decidió preguntar dónde estaba escrito que no se pudiera jugar a las cartas. La idea estaba bien clara: si nos enseñaban algún cartel bien visible en el que lo dijera, pues nos teníamos que callar y jodernos. Pero la única respuesta fue "Son normas de la casa, no se puede".

¿Conclusión? Pedimos la hoja de reclamaciones. ¿Un poco exagerado? Tal vez, pero no se nos estaba explicando por qué no teníamos derecho a jugar a las cartas, así que la pedimos.

¿Alguna vez habéis pedido una hoja de reclamaciones? Y si es así... ¿os han dicho eso de "No la tengo, esperad que tengo que localizar al jefe para que él la traiga"?


Pues si es así, que sepáis que os están engañando. Por ley, la hoja de quejas y reclamaciones TIENE QUE ESTAR a disposición del cliente en todo momento. En el momento que nos dijo eso supimos que ya de ahí no nos pensábamos ir hasta que nos dieran la hojita en cuestión.

Quince minutos después apareció el encargado por la puerta.

Cuarenta y cinco minutos después, aún seguíamos sin la hoja de reclamaciones.


Hartos ya de esperar, Sandra y nuestro amigo se levantaron y fueron a preguntar. Respuesta que les dieron: que nos darán la hoja de reclamaciones... CUANDO PAGUEMOS. Eso ya sí que era una clara violación de los derechos del consumidor, así que tras un rato de insistir en "Vamos a pagar, podríamos habernos ido ya y no lo hemos hecho, pero danos la hoja de reclamaciones a la que tenemos derecho" sin resultado... LLAMAMOS A LA POLICÍA.



Por no alargar más la historia, os contaré que finalmente se nos entregó la hoja de quejas y reclamaciones (aunque el encargado se negó a sellarla hasta que no hubimos pagado la consumición... me quejaría algo más, pero bueno, al final la selló). Contamos lo de las cartas, las malas contestaciones, la hora de espera sin explicaciones, el intento de no darnos la hoja si no pagamos... una auténtica odisea, en fin.

Y ahora, damas y caballeros, es cuando yo os planteo unos cuantos finales alternativos para esta historia. A ver si todos pensáis, como yo, que esto podía haber acabado de otra forma:

1- Nos dicen desde el principio que no se puede jugar a las cartas. No jugamos. Fin.
2- Nos explican amablemente por qué no se puede jugar a las cartas. Lo aceptamos. Fin.
3- Nos entregan la hoja de reclamaciones cuando la pedimos. La rellenamos contando que no nos dejan jugar a las cartas. Probablemente cuando nos contesten se nos confirma que nos hemos quejado por una chorrada. Fin.
4- No nos intentan estafar con lo de que la hoja de reclamaciones sólo te la dan si primero pagas la consumición. La rellenamos contando sólo lo de las cartas y que nos han tenido una hora esperando. Quizás tengamos algo más de razón para quejarnos. Fin.

Por supuesto estaría la opción 5- No nos quejamos (fin). Pero no nos planteamos quejarnos hasta que no nos contestaron mal, y no fuimos acumulando motivos para quejarnos hasta que no intentaron timarnos. Así que... ¿de verdad, DE VERDAD hacía falta que viniera la policía sólo porque no nos dejaban jugar a las cartas?



Podéis llamarme absurdo, vale. Pero reconoced que estoy condicionado por el entorno.

jueves, 12 de febrero de 2009

El aterrador regreso

Unos momentos para la reflexión.




Cuando creé este blog, lo hice con la sana intención de quejarme de todo lo que se menea. A fin de cuentas, ¿qué hay más saludable que eso? Y no puedo decir que me falten motivos para quejarme: clientes que no pagan, o que directamente me ofrecen como pago algo que no existe; amenazas recibidas por expresar mi opinión sobre quien se podría clasificar como "mi jefe", algo 100% español; la crisis, que no voy a ser yo el único que no se queje de ella, faltaría más. ¡Y todo eso sin salir del terreno laboral!

Por desgracia, se ve que últimamente el noble arte de la crítica despiadada y satírica ha caído en desuso. El público ya no es lo que era, no... ahora es GENTE. Ahora hay quien lee este blog y se da por ofendido. Ahora tengo que medir mis palabras en la blogosfera para evitar un conflicto en el mundo real. Ahora tengo que buscar coñas sobre cosas frikis para no herir sensibilidades (con todo, joder la que se lió cuando me dio por cachondearme de Leónidas ;P).

Habréis notado un descenso en el volumen de entradas de este blog. La principal razón es que, como no me dedique a contaros todos los días que tengo novia, ya uno no se terminaba de decidir sobre qué hablar.


Pero hoy ha ocurrido.


Contra todo pronóstico, alguien ha regresado a mi vida.


Alguien que hace el mundo un poco más absurdi.


Alguien que hacía ya tiempo que no se pasaba por este blog.


Alguien que puede decirme lo que quiera, porque en el fondo todos sabemos que lo único que yo pueda decir sobre él y los suyos es lo mismo que piensa el resto del mundo.


Alguien, en definitiva, con quien me puedo meter.



Y mientras aún pueda, vive Dios que lo voy a aprovechar. Teodiomucho no tiene por qué morir. Si ellos han vuelto, yo también puedo hacerlo. Habrá más motivos de queja, habrá más guerra al mundo, habrá más gilipolleces en serie, porque ahora sé que esta vida aún está dispuesta a ofrecerme desafíos a los que enfrentarme.

HE VUELTO.











¿Tenéis la tarjeta del Corte Inglés?