martes, 21 de febrero de 2006

Vuelve el odio

Permitid que os haga una breve sinopsis de lo que van a ser mi próxima semana y media, por cortesía de teodiomucho. Para que veáis que soy generoso, os la desgloso y todo.

1- Miércoles 22. Como como los pavos y a meterme en carretera, comienza mi segundo cuatrimestre, lo que significa que se me acaban las vacaciones: vuelvo a Málaga.
2- Jueves 23. Empiezo las clases. Dos asignaturas se me montan, así que tendré que faltar a una de las dos. Tengo hasta ese día para decidir en cuál la empiezo cagando. Por la tarde tengo otra hora de clase, es decir que tendré que volver al piso, comer, volver a la facultad, ver cómo me presentan la asignatura, y a casita otra vez.
3- Viernes 24. Doy mis dos horitas de clase, e inmediatamente A COGER EL AUTOBÚS. Sigo teniendo clase práctica del coche, ¿recordáis?
4- Fin de semana.
5- Lunes 27. Clase práctica del coche.
6- Martes 28. A Málaga otra vez. Esperad que ahora viene lo bueno...
7- Miércoles 1. Doy dos horas de clase Y OTRA VEZ PARA ALGECIRAS, para dar una última clase práctica del coche. Me salto la clase del miércoles por la tarde (la de la facultad).
8- Jueves 2. TERCER INTENTO DE SACARME EL PRÁCTICO. Me gustaría decir que esa misma noche os mandaría la reseña del examen, pero en cuanto lo termine OTRA VEZ PARA MÁLAGA. Si me doy MUCHÍSIMA PRISA, podría llegar a tiempo para la clase de por la tarde.

Bien... ¿os he mencionado ya que no me gusta viajar? En serio, con lo a gustito que estoy yo en mi casita... o en una casita, sea de quien sea... Hagamos el cálculo. Sólo contando desde el martes, tenemos: un viaje de ida, un viaje de vuelta, otro viaje de ida. En tres días, SEIS HORAS DE VIAJE.

Temblad, malagueños. El odio vuelve al lugar que lo vio nacer (yo soy algecireño, pero el blog no).

jueves, 9 de febrero de 2006

Naturalmente

Damas, caballeros, qué pedazo de examen. Qué examinadora más buena gente. Qué claro lo decía todo. Y no, no va con ironía, en serio, lo indicaba todo muy claro, con tiempo de sobra, luego lo volvía a indicar... Ha sido un examen no demasiado malo. Vale, sí, supuestamente no he respetado la preferencia de paso de un peatón por el paso de peatones (a esos sí los respeto, pero leñe, ES QUE NO LO HE VISTO. A mí porque me dicen que me he saltao un peatón, que si no ni me entero). Vale, de acuerdo, se me ha calado el coche dos veces y me he metido mal en una intersección. Pero con todo y con eso, aún estaba para aprobar. ¿Verdad?




(qué público más fiel, que ya sabéis la respuesta antes siquiera de que la escriba...) PUES NO, por supuesto que no estaba para aprobar. Porque cuando ya estaba cerca del final de mi examen (calculo), me faltó poco para que un coche blanco se me incrustara al incorporarme a la autovía. Fallo completamente mío. ¿Voy a dejar de odiar al mundo por eso?

NI HABLAR!!!

Algunos hemos venido a este mundo con un propósito. El mío es difundir el odio en este blog, por lo que se ve. Pues muy bien. Sin carnet, pero sin perder el ánimo ni las ganas de odiar. Temblad, porque dentro de dos semanas vuelvo a intentarlo!

miércoles, 8 de febrero de 2006

El kiosko

Había una vez un hombre que caminaba tranquilamente por la calle, cuando de pronto vio un kiosko. Recordando que tenía que hacer un recado, se acercó al kiosko con paso tranquilo y se llevó la mano al bolsillo en el que llevaba la cartera.
-Buenos días -saludó.
-Muy buenas -respondió diligente el señor kioskero.
-¿Me puede dar una tarjeta gráfica ATI Radeon 9800?
El kioskero pestañeó un par de veces, perplejo. Pero el individuo seguía estando allí, no se trataba de un espejismo. Lo que reducía las posibilidades, ahora sólo podía tratarse de un imbécil.
-¿Perdón? -preguntó, aún confiando en haberle oído mal.
-Que si me puede dar una tarjeta gráfica ATI Radeon 9800.
Dios. Lo había oído bien.
-Pues lo siento pero no, no puedo.
El hombre cambió la sonrisa de su rostro por un gesto contrariado.
-¿Qué es, que no le quedan?
-No, es que aquí no vendemos de eso...
Ahora la contrariedad dio paso a la desconfianza.
-Pero si es legal -explicó el hombre-. ¿No? Vaya, yo creía que era legal...
-Si lo será, no se lo discuto, pero aquí no tenemos de eso.
-Oiga, le aseguro que puedo pagársela. ¡No me irá a decir ahora que necesito un aval!
-¿Pero qué me está contando? -exclamó el kioskero, mirando en todas direcciones buscando una cámara oculta.
-Oiga, ya en serio, ¿me da una tarjeta gráfica ATI Radeon 9800?
-¡Pero que se lo estoy diciendo en serio, que no vendo de eso! ¡Y déjeme ya en paz!
-¡Bueno, ya está bien! -protestó el hombre, cada vez más irritado-. A ver, ¿qué es? ¿Por el color de mi piel? ¿No me la vende porque soy blanco?
-¡Pero que yo soy blanco también! ¿Está usted loco o algo?
-¡Escúcheme bien, amigo, conozco mis derechos! ¡Sé que es perfectamente legal comprar una tarjeta gráfica ATI Radeon 9800, y más si es para consumo propio! ¡Así que explíquese! ¿Por qué no quiere vendérmela? ¿Por qué me discrimina de esta manera?
-¡Vale, se acabó, el kiosko está cerrado! -bramó el kioskero, hirviendo de cólera, y cerró apresuradamente todas las aberturas del lugar.
El hombre sonrió de medio lado y se frotó las manos con satisfacción. Finalmente prosiguió su camino tarareando, alejándose de aquel kiosko en cuya pared podía leerse, impresa en un papel pegado con cinta, la frase:

"Si el tabaco es un producto legal, ¿por qué no puedo venderlo?"


Dedicado afectuosamente al gremio de kioskeros. Un servicio gratuito de "Velocidad & Tocino Asociation".

Toma dos

Bueno, gente, mañana me vuelvo a presentar al práctico. A las once menos diez: casi ningún tráfico, más gente despierta (yo el primero), más probabilidades de encontrarme con peatones suicidas... Dios, la vida es bella! Ya os mantendré informados. Pero mientras tanto... voy a publicar otra cosilla para que os entretengáis.