sábado, 23 de mayo de 2009

Lo que sea por no decir "acojonante"

Damas, caballeros... para no perder las sanas costumbres, hoy vamos a hablar de política.



Más de una vez se me ha acusado de ser completamente antiderechista y proizquierdista. Vale, sí, han sido las voces en mi cabeza las que lo han hecho, pero se me ha acusado de ello. Cuando lo que yo he dicho siempre, y lo podéis comprobar en posts anteriores, es que soy antiNUESTRAderecha. Es decir: no soy contrario a la ideología de derechas per se, sino al partido que representa a la Derecha en nuestro país. Esto, como digo, es algo que ya he comentado en más de una ocasión.

Lo que pasa, claro, es que la gente tiende a pensar que "Anti-PP" significa, automáticamente, "Pro-PSOE". Porque claro, como sólo hay dos partidos y además no existe la posibilidad de que no te guste la política...

Bien. Hoy quiero romper una lanza por el PSOE. Pero no en su defensa, no... en sus costillas. Para que no se diga que en este blog sólo se critica a la derecha. Y los que estén al tanto de la actualidad y se hayan fijado en el título de este post... probablemente ya sepan por dónde van a ir los tiros.

Ángeles González-Sinde. Ministra de Cultura del gobierno Zapatero. Nombrada hace poco. Partidaria acérrima del canon, contraria a la piratería, defensora de los derechos de autor. Madre de perlas de sabiduría tales como las siguientes, que me permitiré el lujo de anotar brevemente:

"Seamos todos sinceros, ¿para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuanto gigas? ¿Para mandar e-mails? Telefónica sabe que el 80 por ciento del volumen de tráfico en sus líneas es descarga de archivos"

(porque claro, la gestión de páginas web, los foros, los chats, los juegos online, la blogosfera en general, La Sociedad del Misterio en particular, todo eso no existe, ¿verdad?)


"No me importa que el cine de Hollywood comparta cartelera con el español, pero sí que sus productos de segunda, los malos, desplacen al cine europeo"

(porque claro, TODO el cine que se hace en España está al nivel de Amenábar)


Y por supueso, mi favorita:

"Existe exista una falsa idea progresista de que la cultura debe ser gratis. ¿Y los antibióticos no?"

(coño, buena idea... ¿por qué no son gratis los antibióticos?)


En pocas palabras: una ministra de cultura más preocupada por los intereses de las empresas (fíjense cómo no se limitó a hablar de estadísticas, dijo "Telefónica sabe") que por el acceso de los ciudadanos a la cultura. A lo cual, a todo esto, la Constitución dice que todos tenemos derecho.

Pues bien. Esta dama, cuya posición puede ser más o menos criticada, con la cual uno puede estar de acuerdo o en contra, ha soltado recientemente una bomba que, creo, puede traer demasiada cola. Porque, damas y caballeros... la ministra González-Sinde ahora critica la existencia de e-books.

Así es. Ahora ni siquiera se pueden difundir libros por Internet. Porque claro, ¿qué coño es eso de leer gratis? ¡Aquí si se quiere leer hay que pagar, hostias! Pero por favor, leed sus declaraciones, que no tienen desperdicio...

"Me parece asustante que los libros circulen libremente por la red, porque entonces este sector cultural maduro y sólido, con pocas fluctuaciones, correrá la suerte del fonográfico y el cinematográfico".


Sé lo que pensáis. La crítica va a ir por lo de "Asustante", ¿verdad? Una palabra que no existe según el diccionario dicha por la Ministra de Cultura. Pero seamos sinceros, esa gracia ya la ha hecho todo el mundo, no tiene sentido que yo profundice más en ese tema (aunque reconozco que es algo que me parece escalofrioso y aterratorio). No, mis fieles lectores (sí, vosotros tres); si por algo voy a criticar este comentario de doña Ángeles... es por su absoluta falta de sentido.

A ver. Estoy de acuerdo en que un escritor tiene que cobrar por su trabajo. Pero ¿de verdad esta señora cree que la mera existencia de e-books va a dejar a los escritores en el paro? Si a alguien le gusta el libro que se ha leído, lo más probable es que lo quiera tener original, ¿o no? Es como si alguien hubiera dicho eso mismo de las bibliotecas; total, ahí también se va a leer sin pagar, ¿o no? Y sin embargo, no sé, normalmente cuando se piensa en "Biblioteca" una de las palabras que se te vienen a la cabeza es "Cultura", ¿o no?

Se me ocurre... en mi antiguo colegio se están haciendo cineclubes. Y en mi antigua residencia. Y en mi antigua facultad. Todo eso implica que un montón de gente podrá ver una película sin pagar por ella. ¿Quemamos esos impíos locales de depravación? Y si eso es así, ¿no deberíamos también prenderle fuego a Televisión Española o a Antena 3, o a cualquier otra televisión que no sea de pago, por emitir películas? Los Cuarenta Principales, Kiss FM, Onda Cero, la COPE, ¿no ponen música todas esas emisoras? ¡Y la gente las escucha, así de gratis! ¡¡Herejía!! ¡¡¡Blasfemia!!! ¡¡¡¡COCOTERO!!!! (huy, perdón, se me ha vuelto a ir).

El concepto en realidad es muy simple. Si te gusta, probablemente te lo compres. Si no te gusta, probablemente no. Si no tienes posibilidad de ver lo que te vas a comprar antes de soltar el dinero, para saber si merece la pena, se te quitan las ganas de tener acceso a la cultura. Por eso existe el alquiler, por ejemplo. Con las películas, con las series, existe la posibilidad lógica de verlas primero en cine o televisión para decidir si te gusta o no. Pero ¿qué pasa con los libros? Aparte de pasando por la biblioteca, ¿qué posibilidad tienes de leerte un libro antes de comprarlo? ¿Qué posibilidad de saber si ese libro, por el que te vas a gastar dinero y que luego va a estar ocupando espacio en tu casa, te va a gustar?

El E-Book, por ejemplo. Te lo bajas, te lo lees, si te gusta te lo compras, si no lo borras para que no ocupe espacio en disco duro. O que te lo preste un amigo. Si te gusta, probablemente te lo querrás comprar... si no, se lo devuelves y le dices "Menuda mierda de libro".

Y ahí está el problema. ¿Cuánto creéis que tardarán en intentar poner un canon a PRESTARLE ALGO A UN AMIGO? Porque oye... ¡es que ese amigo podría estar teniendo acceso gratuito a la cultura! Yo personalmente votaría por ponerle un chip a los libros, los DVDs y todas esas cosas. Ese chip se activa cuando el comprador llega a casa, y como se salga del domicilio en cuestión saltan las alarmas, llega la policía... en fin, os imagináis el resto.

Mi señora y yo (que por cierto, ya hemos hecho nuestro primer aniversario juntos... permitidme que recopile material para el post al respecto) tenemos la costumbre de comentarnos lo que vemos o leemos. Nos contamos las series que seguimos, los libros que leemos, las películas que vemos, y nos recomendamos si merecen o no la pena. ¿Vamos a ir a la cárcel por ello? Estamos contándonos las ideas por las que otros han cobrado, ¿el simple hecho de contárnoslo entre nosotros nos convierte en un top manta?

O ya puestos... cuando un padre le enseñe algo a su hijo, ¿debería pagar por ello? Técnicamente está transmitiendo su cultura, ¿o es que sólo es cultura cuando cuesta dinero?

La cultura, señora ministra, ES gratis. Las ideas puede que no, como publicista ahí tengo que estar de acuerdo (mejor dicho, las ideas sólo son gratis si quien las tiene quiere que lo sean). Pero la cultura es mucho más que el negocio. Es lo que define a una sociedad. Lo que le da forma y la diferencia de las demás. Y si una ministra de cultura no sabe eso... entonces es cuando estamos hablando de algo realmente asustante.

(jijijiji... "asustante"...)