miércoles, 30 de junio de 2010

Hoy en QUÉ CARO ES EL CINE: Sherlock Holmes, de Guy Ritchie

Inauguro aquí una nueva sección, de esas de periodicidad aleatoria, en la cual voy a dedicarme a criticar (así a mala leche) cualquier película que se me ocurra. Y supongo que ya iba siendo hora, ¿no? De que el fundador de la Sociedad del Misterio comentase por alguna parte esta película.

Ante todo quiero dejar claro que NO voy a despotricar de ella. Cierto, no es 100% fiel a los relatos de sir Arthur Conan Doyle; Holmes trataba bastante mejor a la Señora Hudson, Watson tenía bastante más aguante con las pullas, Irene Adler nunca ha sido una vulgar ladrona y, sobre todo, no había necesidad alguna de que Watson le presentase a Holmes a su futura esposa Mary Morstan, ya que ésta fue clienta de Holmes. Y cierto, es una película de aventuras y acción, con varias escenas de pelea que involucran (cielo santo) al bueno del Doctor "Me licenciaron de la guerra porque recibí una herida en la pierna que nunca se me ha terminado de curar" Watson liándose a patadas. Pero aún así... no voy a despotricar.

La película está orientada al gran público, no al holmesiano acérrimo. Por eso es una peli de aventuras y de acción con exceso de giros efectistas. No obstante... nos presentan a Holmes como el antihéroe creído y prepotente que en el fondo es, una persona que sabe que es superior a los demás y por tanto desprecia todo aquello que no le interese. Watson, aún a pesar de su mal genio, es mostrado como un hombre de corazón noble, inteligente y que ha tenido que encontrar su propia manera de lidiar con el tormento de compartir piso con alguien como Holmes. Adler mola, una pena que en realidad no sea Adler (no estoy destripando nada, no es un giro argumental, tranquilos: es que el personaje en sí mola bastante... pero sólo tiene de Irene Adler el nombre y el apellido). Tenemos algún que otro razonamiento deductivo de Holmes que nos recuerdan al de los relatos originales. La obsesión del detective por conservar a Watson junto a él es muy adecuada. Su maestría con el disfraz queda perfectamente reflejda, sobre todo en la primera escena en la que se disfraza. Hay más de un guiño a la versión literaria. Incluso los piques entre Holmes y Lestrade son justo como deberían ser (aunque a ratos pueda parecer que no).

No es ni de coña la película perfecta de Sherlock Holmes. La trama detectivesca, aunque existente (juro que tenía miedo de que directamente no existiera), es a ratos simplona y a ratos tramposa (nos muestran ALGUNAS de las pistas, pero no todas, y alguna que otra deducción está demasiado sacada de la manga). Aunque en el fondo los personajes son quienes son, se han olvidado de contar una historia digna de ellos. Y las escenas de acción, por muy justificadas que puedan estar... sinceramente, chirrían. En Holmes y Watson, chirrían. Holmes es pugilista y Watson ex-militar, hasta ahí de acuerdo, pero... abusan de la pelea.

Lo cierto es que es una película que, cuando has terminado de verla y piensas en ella, te das cuenta de que SÍ eran Holmes y Watson... pero que mientras la ves no paras de pensar que te has metido en la sala equivocada del cine.

Eso sí: la ambientación está conseguida. El puente de Londres como elemento novedoso de la época, el tugurio de apuestas, las callejuelas de Londres... ehm... no sé...



... las lámparas con bombillas de bajo consumo...

...

... vale, bien, la peli es una mierda. Pero los personajes están bien. Una pena que no hayan conseguido darles una buena historia. Ardo en deseos de ver la segunda parte (que ya ha sido anunciada), para ver otros elementos cruciales del Londres Victoriano, como por ejemplo, no sé... ¿Mycroft Holmes buscando pistas por Internet? ¡Así ni siquiera tendría que salir de casa!