A la atención del señor Ramoncín
Distinguido Ramoncín:
Ante todo quisiera reafirmar, desde esta humilde palestra, las dos primeras palabras utilizadas en este sencillo comunicado. No, no me refiero a "Ante todo", estoy hablando del "Distinguido Ramoncín". Me gustaría que quedara claro que he dicho "Distinguido Ramoncín" y que no tengo intención de retirarlo.
Quizás ya se haga una idea del motivo de este post. Creo que el anterior primer párrafo debería ser lo bastante ilustrativo, pero sólo por si resultase que he sido más sutil de lo que pretendía, y para asegurarnos de que estamos siguiendo todos la misma página, permítame hacer una pequeña puesta en situación.
Hace poco, por medio de la revista Uniaula, comunicó usted que pretende emprender una campaña agresiva contra todo medio de comunicación digital que exprese palabras ofensivas contra usted y vulnere sus derechos al honor. Según declara, durante los tres últimos años no ha recibido más que insultos, críticas e incluso amenazas, lo cual, dice, ha rebasado todos los límites y le ha llevado a esta situación.
Bueno, hasta aquí sigue sin haber novedades. Hablamos de la persona que hizo clausurar (y posteriormente reabrir) el canal de Youtube de la revista El Jueves. Todo eso no es noticia, no le estoy escribiendo por esto. El problema, señor Ramoncín, está en sus otras declaraciones a esa misma revista, en las que utiliza para justificar su actitud. Permítame citarlo, si no es molestia...
El porqué es sencillo, Ramoncín es una marca registrada en el Ministerio de Industria y por ello no se puede hacer libremente su uso. ¿A que nadie usaría la marca Coca-Cola, por miedo a las represalias tanto por la empresa como por el Ministerio de Industria?, pues con Ramoncín lo mismo a partir de ahora.
(José Ramón Julio Martínez Márquez)
No sé si puede usted ver el problema en esas palabras. Tiene pinta de que las tuviera ensayadas, así que si ese ha sido el caso ya imagino que no verá qué tienen de malo. Es por ello que, sin acritud ninguna, me dispongo a sacarle de su error aportando mi opinión profesional.
Una marca registrada en el Ministerio de Industria es algo que otorga al titular de dicha marca el derecho exclusivo de utilizarla para identificarse. Eso significa que nadie más podrá utilizar dicha marca para identificarse, no de forma profesional, no de forma oficial. Que a día de hoy no haya nadie (creo, y siempre sin contarle a usted) que quisiera que lo identifiquen bajo el nombre de "Ramoncín" es otra cuestión, pero lo cierto es que, si usted es el titular de dicha marca registrada en el Ministerio de Industria, nadie más puede emplear dicha marca.
Para identificarse.
Ahora bien: tener una marca registrada en el Ministerio de Industria es algo que se hace para facilitar la identificación y el reconocimiento. Si uno no quiere que se le llame "el tío ese de la melenita que solía salir cantando con pantalones ajustados pero que sinceramente no me acuerdo de ninguna de sus canciones y creo que luego salió presentando un concurso en la Dos", registra "Ramoncín" y lo utiliza como nombre artístico, comercial o como quiera usted denominarlo. Así, la gente tendrá un nombre más corto y más concreto por el que llamarle (porque admitámoslo... llamarle como le he llamado hace un momento sería tan largo y cansino que la gente se aburriría de hablar de usted, por lo cual acabaría por caer en el olvido; y usted nunca ha querido eso, ¿verdad?).
Lo que quiero decir, así recapitulando, es que habiendo registrado un nombre como marca en el Ministerio de Industria, usted ha adquirido el derecho exclusivo de utilizarlo para identificarse; pero al mismo tiempo, ha otorgado al resto del mundo el derecho de utilizarlo para identificarle a usted.
Volviendo al tema de la Coca-Cola... verá, podría argumentarle que se puede decir "Coca-Cola" sin caer en la ilegalidad, que sencillamente no habría nadie tan iluso (me gustaría creer) como para decir "Eh, Coca-Cola es un nombre pegadizo, a la gente se le queda, ¡voy a utilizarlo como nombre comercial!", que hacer eso SÍ SERÍA incurrir en un robo de identidad corporativa (si lo hace de estrangis, porque si lo intenta hacer por la vía legal el Ministerio de Industria rápidamente le echaría para atrás diciéndole "lo sentimos pero ese nombre ya está cogido, búsquese otro", o como bien han dicho sus admirados editores de la revista El Jueves, que se puede decir perfectamente "Coca-Cola es una mierda" sin que vengan los abogados de la multinacional a cerrarnos el chiringuito. Sin embargo, creo que seré un poco más directo e iré a lo más evidente: si no se puede hacer libre uso del nombre "Ramoncín" (en tanto marca registrada en el Ministerio de Industria, como por ejemplo la Coca-Cola)... ¿por qué usted ha hecho libre uso de la marca "Coca-Cola" en su comunicado?
Y esto es quizás lo que más me preocupa. Que alguien que ha estado años en la directiva de la Sociedad General de Autores y Editores crea que tiene derecho a emprender medidas legales cada vez que alguien diga su nombre. Que alguien que, se supone, ha dedicado años de su vida a defender los derechos de autor, la marca de identidad de cientos de artistas, y que se siente orgulloso de sus acciones y por tanto no hace caso alguno a las críticas recibidas, NO SEPA A QUÉ TE DA DERECHO REALMENTE UNA MARCA.
Porque no lo sabe. No le estoy calumniando, señor Ramoncín, una calumnia es una mentira y lo que estoy diciendo, a la luz de sus declaraciones, es la pura verdad. Usted pretende que la ley le ampare si alguien utiliza su marca para, no sé, opinar, reírse o, vale, directamente insultar. Sin darse cuenta de que la marca es una seña de identificación, y no una especie de extraña inmunidad diplomática.
No se tome esto como una regañina. Piense que yo comprendo que usted ha sido durante unos cuantos años directivo de la SGAE, y que aunque ya haya dejado de serlo los viejos hábitos nunca mueren. Comprendo perfectamente que ha dedicado años de su vida a creer firmemente que cualquier (repito) cualquier medio de almacenamiento digital convierte a cualquier (repito) cualquier ciudadano de a pie en un delincuente, o que comprar un CD es un acto tan mundano que no tendría por qué ir unido al concepto "Presunción de inocencia" (y, por tanto, no va unido en absoluto). Que hablamos de la Sociedad General de Autores y Editores, la que protege los derechos de los músicos y les evita tener que sonar en la radio así, de gratis, como si la radio estuviera al alcance de todos. Pero ha ido usted a topar con un licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas, y se le ha ocurrido hablar del registro de marcas sin tener ni idea de lo que está diciendo. Sí, ha leído bien: ni idea.
Esto es una advertencia amistosa. Usted quiere defender sus derechos, y yo lo veo justo. Pero creo que le convendría saber cuáles son sus derechos. Porque de lo contrario, y si REALMENTE pudiera usted salirse con la suya... en fin...
... ¿se imagina lo raro que sería que TEODIOMUCHO, este blog que no se lee ni el Tato, fuese la plataforma desde la cual todos los publicistas del país se pusieran de acuerdo para tomar acciones legales contra usted por uso indebido del concepto "Marca registrada"? Como mínimo la ventaja numérica la tendríamos, ¿no cree?
(¡yyyyyyyyyy a esperar! Casi cinco años intentando que me cierren el blog, y que no se me hubiera ocurrido meterme antes con Ramoncín... pa pegarme, vaya)