Decisiones
Hablemos en serio por un momento.
A veces, damas y caballeros, hay que tomar ciertas decisiones que no son para nada fáciles.
Me está pasando eso con este blog. Estoy pasando por una racha un poco... digamos "extraña", tanto en lo personal como en lo profesional. Digamos que últimamente no sé cómo comportarme en la vida real para no cagarla, y estoy llegando hasta ese punto en el que me da incluso miedo desahogarme por aquí porque la cagada puede ser aún mayor. De la mayoría de aspectos de mi vida, en resumen, casi que no estoy seguro de cómo hablaros.
¿Es eso justo? No mucho, supongo. Estamos hablando de mi propio blog. Un blog que odio, un blog que desprecio, un blog que creé por obligación, un blog que no lee nadie y mucho menos yo (pero que cuando alguien de fuera de los habituales lo lee sube el pan). Un blog que, hace ya algún tiempo, prometí que algún día destruiría. Pero qué le voy a hacer... al final hasta me he encariñado y todo.
Supongo, damas y caballeros, que tendré que escoger mejor los temas. Noticias que no tengan absolutamente nada que ver conmigo, o que si tienen que ver conmigo no puedan ofender a nadie más. Desahogarme de mis propios problemas con la gente que sigue a mi lado sin fallarme, y volver a la temática ególatra y gilipollas que caracteriza a este blog cuando no tengo nada serio de lo que quejarme. Supongo que así todos estaremos contentos.
No me entendáis mal. Supongo que hoy estoy algo bajo de ánimos, TEODIOMUCHO va a seguir siendo igual de corrosivo, sólo que tendré que andarme con algo más de cuidado en el futuro. No quiero que os llevéis a engaños: hacer el gilipollas es una gran responsabilidad.
(que gente como Ángel Acebes no se aprendiera esta lección en su momento es lo que hace que las cosas vayan como van).
Pero en fin. Al menos en este blog, ese tema ya está zanjado. Si las personas ofendidas aún no han tenido suficiente, que me lo digan en el mundo real y estaré encantado de hablarlo. Pero aquí, como ya os he dicho, tengo temas más importantes que tratar. Como, por ejemplo...
... que Sandra y yo, contra todo pronóstico, llevamos ya aguantándonos el uno al otro durante seis maravillosos meses. Que el único aspecto de mi vida que se ha pasado veintiséis años sin funcionar es ahora mismo el que mejor me funciona, y que todo se lo debo a ella y (ya va siendo hora de mencionarlo) al amigo común que nos presentó (que lo sepas, Ovi, la culpa es tuya). Y que, para celebrarlo, hemos pasado juntos los mejores cinco días que he vivido últimamente. Aunque se me haya hecho corto, debo decir que en medio de esos cinco días hemos compartido el fin de semana perfecto.
(bueno, perfecto perfecto... a ver, con sus tomas falsas, como todo)
(pero aparte de eso, perfecto)