Mostrando entradas con la etiqueta Salón del Comic. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Salón del Comic. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de abril de 2008

Estas cosas a mí no me pasan

Damas, caballeros...

... sé que debería haber avisado antes. Pero supongo que pensé que tendría más gracia contároslo a la vuelta que antes de irme, no sea que no pasase nada de interés y os mantuviera con la intriga para nada (como pasó cuando me fui a Málaga a buscar trabajo). El caso es que parecía bastante improbable que esta vez no pasase nada malo... y al final ha pasado lo que ha pasado.

Os pongo en situación. Sabéis que, cuando yo hago un viaje, el Caos entero se viene detrás mía, ¿no? Ahí están el viaje a Jerez (¡Dios mío, mi mariconera se ha ido a Sevilla y ha vuelto sin mí!), aquél antiguo viaje a Málaga (¡Dios mío, mi móvil se ha bajado del autobús en Marbella sin mí!) o el viaje a Sevilla para el FICA (¡Dios mío, he vomitado, gastado una pasta en comprarme ropa nueva y llegado a montar mi stand Y NO TENGO STAND!). Como comprenderéis, viajar es algo que ya casi me da hasta miedo.

Así que imaginad lo tranquilo que iba esta semana pasada, el miércoles para más señas, a pasar cinco días en BARCELONA.















(¿ya está? ¿os dejo toda esa pedazo de pausa dramática y ni siquiera ponéis música de miedo? Anda y que os den)

Bueno, el caso es que me he pasado cinco diítas en Barcelona con motivo del Salón del Comic. Había sido invitado a asistir allí por una buena amiga con la que chateo todos los días (pero a la que hasta la semana pasada no conocí en persona), Sandra. Saluda, Sandra:



Barcelona. Que se dice pronto. Si yo me voy a Los Barrios y ya me pasa algo raro. Como podréis comprender, uno se embarca en un viaje así de bestia con, como mínimo, reparos. Pero aún así, era el Salón del Comic, iba a poder conocer finalmente en persona a Sandra, a Ovidio (del que tendréis noticias más tarde o más temprano, probablemente) y a otros cuantos foreros del PAMMHG! (¡Pues A Mí Me Ha Gustado!), había algunos cuantos autores a los que realmente tenía ganas de conocer... vaya, que pensé "Qué coño, si me lo puedo permitir, allá que vamos".

Bien, el viaje no empezó mal del todo. Vale, sí, me monté en un avión a cuyas alas, o al menos a mí me lo parecía, se le salían los hierros, pero aún así no nos estrellamos ni nada. Por megafonía se oyó de pronto "Tropas armadas" y luego se cortó la comunicación (que yo pensé "Mierda, han secuestrao el avión y les han pillado antes de que puedan avisarnos a todos"), pero al aterrizar se oyó un "Tropas desarmadas" (ante lo cuál pensé "Vale, les ha costado todo el viaje pero al final han conseguido reducirlos"). Inexplicablemente, y aunque tardó lo suyo, aún así resultó que NI SIQUIERA me habían perdido la maleta. ¿Vosotros os lo creéis?

(ya, yo tampoco, pero resulta que es verdad!)

Habiendo salido bien las cosas hasta ahí, ya casi parecía que el resto tenía que salir todo como el culo, ¿verdad? Que me atropellasen, que me perdiese por Barcelona, que me robasen la cartera, que le donase todas mis posesiones a una papelera por error, que el salón del comic resultase ser en realidad un pasillo y sin comics...



... pues gente, sé que no os lo váis a creer, pero... ¡que me ha ido hasta bien!

A ver. Como iba con Sandra como guía, perderme no me he perdido. Una vez tuvimos que coger un taxi para ir desde Barcelona hasta Parets (su pueblo, donde me he quedado a dormir), en lugar de atropellarme nos hizo descuento (y de veinte eurazos, que se había despistado él por el camino y decidió no tenérnoslo en cuenta). En el Salón llegué tarde a la firma de Tim Sale, estaban a punto de cortar la fila un par de personas antes que yo, y tuvieron el detalle de dejarlo como mucho hasta que llegara mi turno. Fui a pedirle un autógrafo a Morán (¡Eh, tío!), y en cuanto me presenté lo primero que me dijo fue "¡Coño, tío, hazme un dibujo y fírmamelo!" (¿tenéis la menor idea del subidón de autoestima que supone eso?). Preguntándome si podría encontrar, y sobre todo reconocer, al insigne Jotacé... ¡y me llamó él a mí al móvil para decirme dónde buscarlo! (vale, no me creí que fuera él, pero ¿vosotros os lo habríais creído si alguien con quien nunca habéis hablado os llama desde el móvil de un amigo vuestro para deciros "Soy Jotacé"?). He podido demostrar finalmente que soy más alto que un Jawa (qué, ¿que no? ¡Jawa, saluda!)



Creo poder afirmar, sin miedo a equivocarme, que éste ha sido el mejor viaje de toda mi vida. He conocido a casi toda la gente que quería conocer, he conseguido casi todo lo que quería conseguir, he llegado más lejos que nunca y he conseguido volver. Y os lo creáis o no, teniendo aquí mi vida, mi familia, mis amigos, mi empresa boqueando por respirar, mi gato, mi ordenador y mi piano... me he vuelto un poco a regañadientes, me habría gustado quedarme algo más, y ahora estoy deseando volver.

Lo sé, lo sé, no me gustan los viajes, soy muy casero, mi cuarto es mi cueva y mientras pueda evitarlo para sacarme de aquí tendrían que utilizar una palanca (o empujar la silla del ordenador, que tiene ruedas). Y sí, lo sé, este blog va sobre odios, quejas, protestas, críticas y gilipolleces varias, y no pega un post tan alegre y optimista. Pero qué queréis que os diga...



... es que he vuelto muy contento de mi viaje. Ya si eso odiadme vosotros si queréis, que yo estoy demasiado ocupado sonriendo.



EDITO: ¿Sabéis que me acabo de dar cuenta de que me he esperado a la entrada número 100 para encontrar el amor? ¿A que mola, eh? XD