jueves, 2 de noviembre de 2006

Y aún así no encuentro trabajo

Damas, caballeros, anuncios en inglés... durante todo este tiempo atrás os he estado alegrando vuestras miserables e insulsas vidas (lo sé, vosotros también me queréis) relatándoos mis fascinantes exámenes de conducir y todas esas magníficas y ridículas anécdotas. Pero creo que la que os traigo para hoy se lleva la palma con mucho.

La cuestión es la siguiente: si os habéis pasado por aquí recientemente puede que ya hayáis oído algo acerca de que soy licenciado (es que como apenas lo comento...), lo que significa que lo que hasta ahora eran vacaciones ahora se ha convertido en "el paro". Es decir, que estoy buscando curro desesperadamente. Y dentro de esa búsqueda desesperada, localicé una buena lista de agencias publicitarias en Jerez de la Frontera, amén de en otros lugares de la provincia de Cádiz.

Quiso el destino que un amigo mío tuviera que ir hoy a Jerez para una visita al médico. Inmediatamente se me encendió la bombilla: una de las agencias que encontré en mi primer día de búsqueda, una de las grandes, la que lleva las desconexiones territoriales de Antena 3 para Andalucía, tiene su sede en Jerez. Esta sería una ocasión perfecta para ir por la mañana en autobús, coger un taxi directamente hacia esa empresa, entregar el currículum y aprovechar el resto de la mañana para buscar las otras agencias que pudiese encontrar, antes de que mi amigo llegase para poder volverme a Algeciras con él. El plan era perfecto, y por si aún no lo parecía mi mejor amiga también está buscando trabajo... así que se apuntó al viaje a Jerez. Con lo cual ni siquiera tenía que pasar toda la mañana dando bandazos yo solo.

Un plan perfecto. Ya.

Bien, como sois mis más fieles lectores (o puede que alguno sea nuevo... ¿Sata? ¿Eres tú?), ya os habréis calculado que mi plan perfecto empezaría a fallar, como muy pronto, en cuanto me subiera al autobús. ¿Pero a que no esperábais un fallo LA TARDE ANTERIOR?

Efectivamente, aún no había empezado el día de viaje, estaba anotando las direcciones en una lista para tenerla a mano, y de repente descubro que no encuentro por ninguna parte la dirección de la agencia grande en Jerez. Lo cual me mosquea, claro, porque en cuanto la encontré el primer día guardé la dirección en favoritos. ¿Qué ha podido pasar? Y sigo buscando, desesperado, mientras mi amiga me pregunta por la dirección de la agencia en cuestión para irla buscando en el callejero. Y finalmente la encuentro.

Y damas y caballeros... la famosa gran agencia publicitaria de Jerez de la Frontera está en el Puerto de Santa María.

¡¡Mi magnífico sentido de la orientación vuelve a la carga!! En fin, el viaje a Jerez ya está programado, ya tenemos los billetes de autobús, hemos quedado con nuestro amigo para volver, así que no tiene sentido ahora cambiar el plan para irnos al Puerto de Santa María. Que, para los que no lo sepan, no es el puerto de Jerez, es otro pueblo. Pero en fin, Jerez y el Puerto no están tan lejos... quizás podamos llegar allí, e inmediatamente coger un autobús al Puerto, pillar el taxi, echar los currículums, volver en taxi y a Jerez del tirón para seguir buscando por allí.

Un poco a la desesperada, pero podría funcionar.

Bien, llega el día del viaje, y nuestro autobús sale a las nueve y media. Pero nos encontramos en la estación una hora antes, con lo que llegamos los dos con semejante torrija encima que no se puede aguantar. Así y todo, yo intento por todos los medios no dormirme en el autobús... normalmente no consigo dormirme en un autobús, pero la única vez que lo conseguí mi móvil se bajó en Marbella sin mí. Así que esta vez no pensaba hacerlo. En cualquier caso ahora el riesgo era menor: no llevaba el móvil en el bolsillo, como aquella vez, sino en la mariconera (¿¿QUÉ PASA?? ¡¡ES UN BOLSO DE HOMBRE!!) de la que jamás me separo, junto con la cartera y los caramelos reglamentarios. Pero aún así no me fiaba, así que me mantuve despierto todo el viaje.

Llegamos a Jerez, y preguntamos por el autobús al Puerto de Santa María. Pero fíjate, resulta que nos queda una hora para poder cogerlo. Y hay un par de agencias publicitarias cercanas, las dos en el mismo edificio, así que pensamos que podemos acercarnos en un momento para ir haciendo tiempo. Sacamos el callejero, sacamos la lista de direcciones de la mochila, empezamos a buscar.

Encontramos el susodicho "mismo edificio". Y allí no hay nadie, ni siquiera un mísero cartel con el nombre de ninguna de las dos empresas. ¿Qué clase de agencia de publicidad no tiene un cartel con su nombre en la puerta?

Pues nada, media vuelta, vamos a intentar acercarnos a otra y si vemos que no va a dar tiempo nos volvemos a la estación y tiramos pal Puerto. Pero a medio camino, de pronto me da por abrir la mochila y mirar en el interior. Mi amiga pregunta que qué pasa. Yo compruebo el contenido de la mochila: mi carpeta de currículums, la grapadora y la cajita de grapas.

La mariconera no está ahí. Y desde luego yo no la llevo colgada al cuello.

¡¡A TOMAR POR CULO EL PLAN!! Ahora no tengo dinero para irme al Puerto, y doy gracias al cielo a que mi amiga había venido conmigo... de lo contrario, además de no tener dinero, tampoco habría tenido teléfono para pedir refuerzos. Me habría quedado perdido en Jerez sin tener a dónde ir, ni una mísera moneda para llamar a casa. Así que, gracias a Dios y a mi amiga, al menos pude ponerme en contacto con el conductor del autobús (que por cierto seguía de camino a Sevilla), y él se encargó de guardarme la mariconera. Me prometió que estaría de vuelta con el autobús que volvía desde allí, a eso de las tres y media o cuatro menos cuarto. Me dijo qué cantidad de dinero había en mi cartera, con lo que si le daba por robarme yo lo sabría.

Problema aceptablemente resuelto, decidimos que al menos y aunque no vayamos al Puerto tenemos los currículums y una lista de direcciones en Jerez. Y como hasta que lleguen a recogernos no tenemos nada mejor que hacer, empezamos a recorrernos Jerez.

Bien, vamos llegando a la plaza en la que están la mayoría de las agencias de la lista. A partir de ahí podemos soltar unos cinco o seis currículums antes de tener que movernos a alguna zona más alejada. Voy bien preparado, bien vestido, limpito y todo, para causar una buena impresión.

Me rozo con un árbol. Me mancho la manga. No hay forma de que salga la mancha. Cantemos todos juntos: Oe, oe oe oe.

Bien, a partir de ahí cada vez que conseguía llegar a una agencia, tenía que ir con el chubasquero puesto para tapar la mancha de la manga de la camisa. Y esta fue la situación:

1- Primera agencia, consigo entregar el currículum. Parece que están buscando gente para colaboraciones puntuales en este momento, así que hay esperanza.
2- Segunda agencia: tengo mis dudas de que eso sea realmente una agencia de publicidad. Planta baja, prácticamente el mismo portal; un local abarrotado de archivadores, con manchas de humedad, con una reja de hierro en lugar de una puerta, CON UNA MOTO APARCADA DENTRO. Aún así soy valiente y llamo a la reja. Me abren, pregunto si puedo dejar el currículum, y se me quedan mirando con cara de "Bueno, mira, no te voy a decir que no, pero es que tú no eres lo que estamos buscando..." Me tuve que reprimir las ganas de decirle "Pero que si no quieres me lo llevo, ¿eh? ¡Yo por mí encantado!"
3- Tercera agencia: se mudaron hace varios años. Ahora están en las afueras de Jerez. Dirección: A tomar por culo, número cinco, quinto A.
4- Nos vamos a una de las calles lejanas, sabiendo que es la última que tenemos tiempo de ver antes de ir a la estación a que me devuelvan mi dinero, mi teléfono y (sobre todo) mis caramelitos. Está lejos pero a los dos nos gusta andar, al menos en cantidades razonables. Llegamos a la calle y miramos la lista: "Calle Sevilla, sin número". Muy bien... encontramos el portal 22, el 24, el 26-28, el 29-31-33-35... con tantos números como tenía ese, no debía ser demasiado difícil encontrar un portal sin número, ¡no podían quedar muchos más! Pero nos acabamos la calle entera, y ahí no había nada.

Bien, se acabó, hora de comer. Paga mi amiga, yo me comprometo a devolverle el dinero en cuanto lo recupere. Recupero la mariconera, mi amigo llega a Jerez con el compañero que le hace de chófer (él conduce, pero le iban a dilatar la pupila hasta extremos sólo alcanzables en el manga), él se queda en la clínica y el otro chaval se reúne con nosotros. Tenemos tiempo, así que nos acerca con el coche a otra de las calles lejanas.

5- Directamente no encontramos la agencia. No hay cartel ninguno en la fachada del bloque. Probamos a llamar a alguno de los porteros para ver si algún vecino nos puede orientar. Resultado y única conclusión posible: la agencia publicitaria no sólo se ha mudado, sino que además se han llevado a todos los vecinos.

En fin, un éxito. Pero al menos, mientras íbamos de vuelta a la clínica, encontramos una empresa de impresión, serigrafía y rotulación en la que mira, no será lo que yo busco pero qué coño, entregué el currículum.

Si alguien cree que puede superar esta odisea, me gustaría verlo. Personalmente creo que yo no sólo puedo superarlo, sino que es probable que ya lo haya hecho y ahora mismo no me acuerde. Pero en serio, si alguien quiere intentarlo...

3 comentarios:

Ésther Píscore (anteriormente Mary) dijo...

Dios...
Tu tienes amigos??
O perros??

Como puede llegar a ser un post tan largo...

pero lo leí entero...
quieres una prueba??

mmm...


¬¬


mmm...

Ahhh!!:
ya me enteré de que eres licenciado... juas-juas...

Y sin más...

Que sepais que... he vuelto...

Canivalesther.

Virginia dijo...

Si no te conociera me sorprendería. Pero como te conozco como si te hubiera parido, lo único que me sorprende es...

¿No hay ninguna mención a BATMAN en este post??????????

Te chero.

Jack Ryder dijo...

Oye, en el anterior sobre porno tampoco se menciona a Batman! (vale, voy a repasar los anteriores, si encuentro tres más sin mención a Batman te aviso)

(aunque alguno diría que la palabra "Mariconera" ya alude a Batman por completo...)