martes, 13 de febrero de 2007

A ver si consigo ya dejar de hablar de política, coñe

Mira que yo lo intento, de verdad que lo intento, si ni siquiera me gusta la política... pero es que...


... jo, es que me las ponen tan fáciles...


... Don José María Aznar. Expresidente del gobierno. Se cayó de la presidencia en plena polémica por sus últimas decisiones, como el incidente Prestige, la participación en la Guerra de Irak y, como consecuencia de esta última, la obcecación en mentir al electorado a última hora asegurando que el atentado del 11-M había sido obra de ETA. Hoy vamos a hablar de dos cosas, pero empecemos por el señor Aznar, que en unas declaraciones recientes, soltó las siguientes perlas:

"Todo el mundo pensaba que en Irak había armas de destrucción masiva y no las había, yo lo sé ahora."

"Tengo el problema de no haber sido tan listo de haberlo sabido antes."

"Cuando yo no lo sabía, nadie lo sabía."


Bien, por dónde podríamos empezar... vamos a ver vamos a ver...

... primero: TÚ pensabas que en Irak había armas de destrucción masiva, TU PARTIDO podía pensar que las hubiera, BUSH Y BLAIR podían pensar que las hubiera, y quizás TUS ELECTORES pensaban que las había. Pero que yo recuerde, había un huevo de manifestaciones de gente que GRITABA QUE NO LAS HABÍA. No culpes al resto de la humanidad de tus errores. Eso sí, todo un detalle que por fin lo reconozcas.

Segundo: el tema no está en que debieras haberlo sabido antes, sino en que NO SE DEBEN ENVIAR SOLDADOS POR ALGO QUE NO SE SABE. Es como meterle a tu cuñado una patada en los huevos porque no encuentras tus calcetines y, por lo tanto, tiene que habértelos robado él (aunque lleve diez años sin pasarse por tu casa). No tiene ningún sentido, no es una maniobra inteligente ni justificada, y por lo tanto no deberías jactarte de que "es que no puedo saber las cosas antes de hacerlas", porque habiendo soldados y guerras de por medio QUIZÁS CONVENDRÍA.

Y tercero... amos no me jodas, hombreee... cuando tú no lo sabías, nadie lo sabía. Fíjate que estoy dispuesto a darte la razón: ninguno de los que creíamos que no había armas teníamos pruebas. ¿Pero sabes qué? No saber con seguridad si nuestra teoría de que no hay armas es cierta no es algo que haga falta comprobar patrocinando una guerra que, perdona que te lo diga, ha dejado el país peor de lo que estaba. Y oh, sí, nos ha traído el terrorismo islámico a nuestro propio territorio.



Con lo que entramos en el segundo tema. Pero en lugar de contároslo directamente, me vais a permitir un pequeño simil.

Imaginaos la situación: un matrimonio camina tranquilamente por el parque, cuando de pronto aparece Chuck Norris y le saca tres dientes al marido de una patada giratoria (para ser Chuck Norris parece poco daño, pero pensad que escogió qué tres dientes quería sacarle y se los quitó con una precisión quirúrgica y con la suela de su bota). Afortunadamente sus cámaras estaban grabando, Chuck le deja un autógrafo al matrimonio, escupe en el autógrafo para que haya muestras de ADN y firma una confesión jurada ante notario. Luego se marcha y llega un señor político a entrevistar a la señora.

-Y dígame, señora, ¿quién ha mellado a su marido?
-Ha sido Chuck Norris, tengo aquí todas las pruebas y...
-Pero qué dice, buena mujer, ¿no ve usted que ha sido Tito Valverde?
-¿Mande? No, oiga, lo vi con mis propios ojos, era Chuck Norris...

Suena el teléfono. La señora lo coge:

-¿Señora? Soy Chuck Norris, llamaba para recordarle que he sido yo.
-Ay, mire, qué detalle, ¿le importa que le pase con este señor político para que tenga sus declaraciones? Le paso, espere... es para usted, es Chuck Norris.
-Gracias, le cojo el teléfono... ¡Dime, Tito Valverde!
-Soy Chuck Norris, insisto en que he sido yo...
-Claro, Tito Valverde, claro. Venga, pues ya nos hablamos, ¿eh? Chao... Bueno, señora, confirmado, es Tito Valverde.
-Oiga, yo de verdad que no es por llevarle la contraria, usted que no estaba aquí lo sabrá mejor que yo, pero es que yo para mí que ha sido Chuck Norris... Mariano, ¿a que era Chuck Norris?
-Pero cómo se puede ser tan miserable de no creer que ha sido Tito Valverde... desde luego vergüenza debería darle, señora.


¿Os ha gustado el cuento? No, ¿verdad? No tiene ningún sentido, ¿a que no?



Pues así se sienten a día de hoy muchos de los españoles, entre ellos algunas de las víctimas del 11-M, a los que se les ha llamado miserables por no creer que el atentado fuera obra de ETA (cuando, que yo recuerde, Al-Qaeda reivindicó la autoría). Quizás esto no es demasiado reciente, pero hoy lo han recordado en la radio. Y yo quisiera decir lo siguiente: ¿nos dejamos ya de gilipolleces e intentamos sacar el país adelante, o seguimos insultándonos los unos a los otros hasta que acabe ganando las Nacionales el Frente Antitaurino por falta de credibilidad de todos los demás partidos?





(sin ofender al Frente Antitaurino, que conste... tienen todo su derecho a creerse que pueden ganar algunas elecciones)

1 comentario:

Virginia dijo...

EStoy aplaudiendo tio.

Lo juro.

Deberías escribir la columna de la última página de El País, o ser colaborador o directamente redactor de la editorial. Tu lucidéz y tu claridad de ideas me dejan, una vez más, pasmada, Señor Perillas. No sabe ustéd cuánta razón tiene.