miércoles, 27 de febrero de 2008

Ya han empezado

Damas, caballeros, en otra época habría pensado que se trata de una simple coincidencia. Pero ahora mismo, estoy convencido de que en realidad es una medida disuasoria por parte de los políticos para que este año tampoco vote.

Os pongo en situación, que esto no tiene desperdicio. Ayer por la mañana, el ordenador daba algunos cuantos problemillas menores, tales como no conectarse a Internet, no reconocerme el disco duro portátil en el que tengo toda la información de mi empresa, esas minucias. Todo eso quedó solucionado, pero aún había un serio problema: el antivirus había decidido que no arrancaba. Según el ordenador, "No es una aplicación Win32 válida".

Curioso, considerando que anoche lo era, pensé yo. En fin, habrá que buscarle una solución... Lo primero que consideré fue que el ordenador tuviera un virus, y me dije "Pues vamos a pasarle el antivirus". Luego me metí una colleja y opté por reparar la instalación del antivirus. Pero hete aquí...

... error 1304: ¿Estás seguro de que tienes permiso para escribir en la carpeta del antivirus? Joder, pues yo pensaba que sí, la carpeta es mía, pero... no sé, ¿le pregunto a mi padre si me deja?. Sólo hay dos opciones: reintentar y cancelar. Reintento. Reintento. Reintento. Reintento. Reintento. Reintento. Reintento. Cancelo.

Bueno, volvemos a probar. Pero ahora no me deja reparar la instalación... ahora sólo me deja desinstalar. Me parece bien, así elimino esa carpeta en la que (supuestamente) no tengo permiso para escribir y la vuelvo a crear de cero. Pero por supuesto... ahora cada vez que intento instalarlo ME VUELVE A DAR EL ERROR 1304.

Total, que busco por internet cómo se soluciona el error 1304. Pruebo a seguir los pasos indicados uno por uno. Fracaso miserablemente. Hasta los huevos ya, me busco otro antivirus y lo instalo.

¡Pues bien! Peor el remedio que la enfermedad. El nuevo antivirus no arranca solo como el anterior. Lo inicio, y me sale lo típico de "¿Desea actualizar sus bases de datos?". Le digo que sí. Respuesta: "Sus bases de datos han sido actualizadas. Por favor reinstale su antivirus porque ahora le faltan piezas".

LA MADRE QUE LO PARIÓ. Intento reinstalar, pero no me deja. Intento desinstalar, pero no me deja. Lo borro a lo cabra. Reinicio el ordenador.


¿Resultado? AHORA EL ORDENADOR NO ARRANCA.



Total, que he vuelto al portátil. Hasta ahí uno podría pensar que la cosa no es tan grave, ¿no? Total sigo teniendo un ordenador. Un ordenador que abandoné y encerré en el armario hasta que lograse encontrar los drivers para poder hacer ese formateo con napalm que tanta falta le hace, pero un ordenador al fin y a la postre. Con menos potencia, pero para navegar y todas esas cosas ya va bien, ¿no?







Ah, ¿que no os he contado que ayer me entró un nuevo cliente y que necesita que le diseñe con urgencia un catálogo, para lo cual necesito el ordenador grande en funcionamiento? Pues os juro que creí que lo había contado...

viernes, 22 de febrero de 2008

La mayor amenaza para la Democracia

Españoles...


Como bien sabréis a estas alturas, tanto si queríais saberlo como si no, estamos en plena campaña electoral. En las próximas dos semanas, PSOE y PP se dedicarán aún más exhaustivamente a hacernos ver a todos nosotros que la mayor amenaza para la democracia es el terrorismo, el paro, el precio de la cesta de la compra, la corrupción urbanística, los inmigrantes, los jóvenes, los medios de comunicación, la crispación, el calentamiento global y/o el partido contrario. Haciendo, por supuesto, caso omiso al hecho de que hay más partidos en medio, pero total, ni que la gente se acordara de ellos.

Pero cabría preguntarse, ¿cuál es la VERDADERA mayor amenaza de la Democracia? ¿Tiene razón alguno de los políticos? ¿Es alguna de todas esas? ¿Todas las anteriores? ¿C) Una Planta Colágena?

TEODIOMUCHO, cumpliendo con su cívica labor de servicio público, os revela la verdad oculta tras la campaña electoral. Así es, damas y caballeros, estáis a punto de conocer la auténtica mayor amenaza para la Democracia.

Y señoras y señores, según nuestras exhaustivas investigaciones, la auténtica mayor amenaza para la democracia en nuestros días es...


... este tío:



Este tío, damas y caballeros. Este tío de mirada perpleja, de expresión poco avispada. Este tío a quien sus conocidos siempre le han oído jactarse de no tener ni idea de política. Este tío tan aparentemente insignificante, que si tuviera un blog no lo visitaría ni él mismo. Este tío, damas y caballeros, es la mayor amenaza para la Democracia.

Al principio yo tampoco me lo explicaba. Ni siquiera parece una amenaza para sí mismo, tanto menos para el régimen político de todo un señor país. Pero los políticos españoles, los mismos que utilizan sin ningún tipo de pudor el dolor de los españoles como arma electoral, los mismos que tienen los santos cojones de atacar a los ecologistas, a los monárquicos o a las víctimas del terrorismo (al menos, a las víctimas del terrorismo que militan con el partido contrario)... esos mismos políticos, damas y caballeros, tienen miedo de este tío.

Y no es por la simple cuestión de "Este tío representa al electorado, porque él es un ciudadano y por lo tanto en sus manos se supone que está el poder para alzar a unos y derrocar a otros", no... Tienen miedo de ESTE tío en concreto. Le consideran un peligro, una amenaza. Saben de sobra que, si este tío vota, todo el sistema democrático podría venirse abajo desde sus mismos cimientos. Si este tío se acerca a una urna, quién sabe, quizás España se termine de romper, o se hunda por completo en el océano, o váyase usted a saber. Es por esto que, de una manera completamente encubierta, intentando evitar que los españoles antidemocráticos sepan de la existencia de tan peligroso individuo, le han declarado en secreto "Enemigo de la Democracia Número 1", y es por esto que han determinado una serie de medidas para evitar cualquier riesgo.



¿Que no os lo creéis?




Este tío tiene veintiséis años. Desde los dieciocho debería haber podido votar. Sin embargo, y por alguna extraña razón, JAMÁS LE HAN LLEGADO TARJETAS CENSALES A SU CASA. Bueno, sí, las de sus padres, pero nunca la suya. A día de hoy, a este tío aún no se le ha dicho "Puedes venir a votar".

Este tío investigó. Porque llegó un momento en el que se dijo "No es normal que a estas alturas todavía no me lleguen las tarjetas censales". Descubrió que en el colegio electoral en el que le debería corresponder su nombre no figuraba en ninguna lista. Entonces recordó que se había mudado (al igual que sus padres), y por pura curiosidad (de sus familiares y amigos, él la verdad es que tampoco se movió mucho que digamos), acabó averiguando que su nombre figuraba en las listas... del colegio electoral que le habría correspondido de haber permanecido en su antiguo domicilio. Así pues, descubierto que todo se trataba de un "error" en el censo (horror, nos ha pillao), se dispuso a votar en las siguientes elecciones, las locales.

Pues bien. Justo el día de las elecciones locales, a este tío le salió una entrevista de trabajo en Madrid. Una entrevista a la cual, curiosamente, la persona que tenía que entrevistarle no acudió por encontrarse casualmente fuera de la ciudad. Con lo cual este tío no pudo votar ni ser entrevistado.

¿Coincidencia?



Ahora se acercan de nuevo las elecciones. Y en Andalucía coinciden las generales con las autonómicas. Son dos oportunidades para volver a privar a este tío de su derecho al voto. ¿Conseguirá la Democracia volver a salirse con la suya? ¿Al tratarse esta vez de dos frentes, se les conseguirá colar este tío por alguno? Y si este tío vota, ¿se acabará el mundo?



Permanezcan atentos a sus pantallas.

martes, 19 de febrero de 2008

Déjese de tecnicismos, doctor, ¿qué quiere decir con "Ha sido niña"?

Esta es la hermosa historia de un matrimonio de rumanos, el señor C y la señora I (o puede que el señor I y la señora C, sólo tengo las iniciales, no sé de quién es cada una), afincados en Sevilla, la ciudad en la que las cosas normales parecen no ocurrir jamás. El señor y la señora B (va a ser más fácil llamarlos por el apellido) iniciaron hace nueve meses la mayor aventura de sus vidas: el embarazo, el camino a la paternidad (y la maternidad, se entiende), la dulce espera de un polillitito por venir (huy, perdón) de un precioso niño por venir. La vida les sonreía, su futuro parecía brillante y lleno de llantos y pañales y alegrías y cosas de esas.

Mas el destino, como bien sabéis, siempre se reserva alguna sorpresa, y es tan ladino y artero como una farola empanada. Y el niño que con tanta alegría y fervor esperaban el señor y la señora B resultó ser una niña.

En fin. No se lo esperaban, vale. No se les había ocurrido preguntarle antes al médico "¿Pero qué va a ser?", de acuerdo. Pero no temáis por nuestros héroes, amiguitos, pues ya están más que curtidos en el noble arte de la lucha contra la adversidad. Así pues, con gran agilidad y rapidez, el señor y la señora B procedieron, sin dudar, a INTENTAR VENDER A SU HIJA AL PERSONAL DEL HOSPITAL. Porque oye, es que es niña, joder, y si no querían una niña, ¿qué van a hacer?

¡Pero atención! ¡Rayas y centollas! ¡No puede ser! ¡El personal del hospial se niega a comprar al bebé! ¿Qué harán ahora nuestros valerosos señor y señora B? ¡No se aparten de sus pantallas, porque están a punto de hacer su jugada estrella... yyyyyyy...!




... ¡¡ABANDONAN A LA NIÑA EN EL HOSPITAL!! Vale, vale, gente, un momento, dejad de hacer la ola. Sí, es una jugada digna de todo lo demás que acabamos de ver, pero vamos a hablar en serio aunque sea un rato, ¿de acuerdo?

Bien. Tenemos a unos padres que no querían tener una niña. Podríamos hablar de tanta gente que hay en el mundo y que no puede tener hijos. También podríamos hablar de "Pero coño, dadla en adopción", que habría sido la respuesta más lógica. Incluso, si alguien de verdad se hubiera creído durante toda esta historia que a esta pareja hay que considerarlos héroes, casi se podría decir "Pues hacen bien, si no la quieren para qué se la van a llevar". Cosa que probablemente quedaría mal decirla incluso en este blog.

Pero ahora vamos a pensar bien en la situación: no quieren una niña, así que intentan vendérsela al personal del hospital. Deben probar con más de uno, habiendo dinero de por medio nadie abandona tan pronto, así que supongamos que preguntaron, pongamos, a diez o veinte miembros del personal. No lo consiguen, así que abandonan al bebé...

... en el mismo hospital en el que todo el mundo la ha visto pasar de mano en mano con la etiqueta del precio pegada en la frente.




Pues coño, si vais a ser así de GILIPOLLAS, luego no os quejéis si la Guardia Civil os encuentra casi sin buscar. A ver: dos rumanos con un bebé, van preguntando a todo el mundo si quieren comprarlo, y lo siguiente que se sabe es que los rumanos se han ido y aparece un bebé abandonado en el hospital...

... si vais a ser así de burros, al menos aprended a cubrir vuestro rastro. Pero que vamos, que preferiblemente NO SEÁIS ASÍ DE BURROS. ¿Veis? ¿Veis con lo que tengo que lidiar? ¡Y todavía habrá quien se pregunte cómo se me ocurren absurdancias tan gordas!

viernes, 1 de febrero de 2008

Será una broma, ¿no?

Damas, caballeros...


... se ha conocido recientemente una decisión judicial que casi que merece estar aquí.

A ver, recapitulemos: cierto señor (cuyo nombre no voy a decir, así que quédese tranquilo, señor Tomás Delgado Bartolomé) (UCH! Bueno, pero con no decir que es vecino de un pueblo de la Rioja no creo que nadie lo encuentre...), hace ya tres años y medio, iba conduciendo su Audi A-8 al doble de la velocidad permitida y con una elevada tasa de alcohol en sangre cuando de repente atropelló y causó la muerte a un joven ciclista. En su momento, por alguna extraña razón, no se consideró que hubiera habido ahí delito (total, exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol, homicidio, no lo entiendo, ¿de qué se le acusa?), y al final la historia se cerró con el típico acuerdo entre las aseguradoras.

Pues bien, tres años y medio después, ese señor ha decidido alegremente DEMANDAR a los padres del joven por daños a su vehículo, y pedirles 14.000 euracos para pagar la reparación... y otros 6.000 para alquilar otro coche para poder ir a trabajar.

(Quién lo iba a decir, ¿verdad? ¡Si resulta que el taxista de Málaga que me atropelló y quiso cobrarme por "romperle" el cristal tiene familia en la Rioja!)

Pero ahora viene lo bueno. El mismo día de la vista oral, de pronto nuestro héroe ha decidido retirar la demanda. Según su abogado, el señor Delgado se siente "mancillado" y acosado por los medios de comunicación, que le han estado descalificando y difamando desde que la demanda se hizo pública. El tribunal ha ordenado que sea este señor quien pague las costas del juicio (así lo establece la ley, según tengo entendido), y la familia de la víctima tiene la firme intención de reabrir el caso, demostrar que el atestado se hizo mal y, aparte, demandar a Tomás Delgado Bartolomé por daños psicológicos.





Es uno de esos casos que te hacen pensar "Tócate los huevos". Es como decir "Quiero demandar aquí a este cadáver, que me acaba de llenar mi cuchillo de sangre y vísceras y todo eso". Es como el clásico de Mortadelo de "Expulsado por arrearle al contrario con el ojo en la rodilla". Es tan bizarro, absurdo, ridículo, estúpido y aberrante, que me alegro un montón de no ser un medio de comunicación y, por lo tanto, de que todo lo que yo diga aquí no será considerado acoso, mancillación ni descalificación. Y podría decir mucho. Pero no lo voy a hacer, y os diré por qué:


no sabría por dónde empezar.



Quiero decir, ¿ataco a este tío por ser un irresponsable y conducir a ciento ochenta por una vía de noventa y con tanto whisky en el cuerpo que dio 1.5 una hora y media después? ¿Lo ataco por cabrón insensible, por pedir dinero a los familiares de su víctima por haberle estropeado el arma homicida? ¿Por chuloputas y prepotente, por marcarse el farol de declarar que él en realidad es empresario y no necesita el dinero pero que en esta historia no piensa ser él quien salga perdiendo? ¿Por niño chico, que la gente le llama "asesino" sólo por matar a alguien y él no aguanta que le digan estas cosas? ¿O por nenaza y cagado, que después de tener los santísimos cojones de hacer todo esto, va y se raja en el último momento? ¿Por tocapelotas, en el caso de que en realidad sólo quisiera molestar a la familia y se haya retirado al final porque sabía que de todas formas no iba a ganar? ¿Por cobarde, que ni siquiera se presentó en la vista oral y dejó que fuese su abogado quien se comiera el marrón? ¿Por divo, que le gusta mucho llamar la atención? ¿Por victimista, que ha cometido un homicidio por su propia temeridad y ahora quiere que la gente le diga pobrecito? ¿O por intrusismo laboral, que hoy en día cualquiera se cree que puede ser absurdo sin haberlo estudiado primero?


A la vista de todo esto que, como ya he dicho, no voy a decir... me vais a permitir que lo resuma en una sola palabra, que va dedicada aquí al héroe de nuestra historia. Tomasito...





GILIPOLLAS.